Difícil decir
Difícil decir que nada tiene sentido
para aquel que sabe que un sentido
lo cambiaría todo.
¡Un día tu amor será bautizado
por el mar!
El universo ha perdido su salobridad.
Pero tu boca sabe a sal.
Lettre sentimentale
Conocen la libertad, si libertad
es viento que lleva lejos.
De noche se separan uno de otro.
El día que pasan juntos es breve.
De noche los ves cabalgar
en las nubes que están sobre nosotros.
Ninguno cerca del otro
Ni una huella. Ni una antorcha.
Tú ves
levantarse su vida en una pradera
como una bandada de pájaros o nieve silenciosa...
Y la oscuridad sonríe cuando los acoge en su seno.
Y el tiempo está debajo de ellos como una isla
medio hundida, peligrosa de noche para los barcos.
Son forasteros, Kerstin. Y sonríen.
Y cantan, desaparecidos, para ti.
Sus caballos llevan los cascos envueltos
Sus carros unas ruedas tan ligeras que la hierba
apenas se inclina por donde han pasado.
Entonces ¿qué has visto de ellos ?
¿Qué has oído en realidad?
Aquí todo es silencio donde han descansado
y no se ha tocado nada.
Y tú, que no eres libre.
y yo, que no soy libre,
sabemos que ellos conocen la libertad
si libertad es invisibilidad
y la felicidad, sí la felicidad,
es un agua abierta sin peligro
y sin tiempo, sin hogar...
y que nada de lo que nos afecta
y sentimos y sabemos
puede interesarles.
Aria
El amor que es
quiere rechazar otro
y sin embargo parecérsele
tal como era.
El invierno tiene una cicatriz
rubia en la frente
y en el verano reinante
aun queda una ventisca.
Vientos que conocen
lo gris, lo último —
si el día se ahoga en la noche
¿nos da respuesta el crepúsculo?
Dame la fuerza
que se necesita para perder
y la debilidad que se necesita
para retener.
La tristeza es una flauta.
Fluye, fluye
tinta de su canción
y viento que fue.
Si me hace soñar
estallarán los sueños.
El tiempo es largo
y dura.
El pájaro que se desploma
en tu abismo—
alcotán, mariposa,
mi pareja de vértigo…
dame el peso
que necesito para elevarme
y el amor que necesito
para quedarme.
BIOGRAFÍA
Lars Forssell (1928-2007) nació en Estocolmo. Después del bachillerato cursó estudios en EE UU y luego en la Universidad de Upsala donde se licenció en Filosofía y Letras.
A los 20 años con su ensayo Den anonyma dikten (1948) trazó una línea clara de separación entre la generación poética de entreguerras y la de la posguerra.
Al año siguiente debutó con el poemario Ryttaren (El jinete), y en 1952, con Narren (El bufón), marcóel comienzo de la generación de los 50. Propone aniquilar la torre de marfil y anhela que soplen todos los vientos por sus ruinas, ataca el buen gusto y se rebela contra la tiranía de las reglas y la división en géneros literarios.
El poemario En kärleksdikt ( Un poema de amor), 1960, tuvo gran impacto por su erotismo abierto.
En Röster (Voces),1964, hay larga suite sobre Nijinski en la que utiliza la voz del bailarín para presentar el dilema del artista.
El poemario Oktoberdikter (Poemas de octubre), 1971, constituye un ejemplo de poesía comprometida con su tiempo e incluye una suite sobre Lenin, que puede considerarse como uno de los mejores poemas políticos suecos.
En 1999 el parlamento le encarga el texto de una cantata para celebrar la entrada al siglo XXI que es el reconocimiento de Forssell como poeta nacional.
Además de poeta Forssell es uno de los grandes dramaturgos suecos. Escribió largos dramas históricos, tragedias contemporáneas y piezas breves.
En su producción coexisten la poesía elitista y la canción popular. Introdujo en Suecia la canción francesa. Su trabajo como letrista de canciones cimentó su popularidad. En Snurra min jord och andra visor (Gira tierra mía y otras canciones) recoge sus canciones .
Como traductor se movió admirablemente en un terreno que iba desde canciones de Boris Vian hasta Moliere o el Peer Gynt de Ibsen. Ezra Pound nunca olvidó la temprana traducción que hizo de su obra al sueco.
Forssell publicó numerosos artículos de crítica literaria y de temas políticos y sociales, siempre desde posiciones políticas radicales.
En 1971 fue elegido miembro de la Academia sueca.
Recibió innumerables premios literarios entre los que destacan el Carl Emil Englund, el Bellman ( dos veces), De nios pris (El premio de los Nueve ) y el premio Nórdico de la Academia sueca en 1998.
Forssell es la figura indiscutible de la generación de los 50 .