LUKE: nº 49 - Abril 2004
"Trenes rigurosamente dinamitados o ¡adiós, Madrid!"
luis arturo hernández

Es clásico lo que persiste como ruido de fondo incluso allí donde la actualidad más incompatible se impone.
Italo Calvino, Por qué leer los clásicos

En mitad de las hostilidades entre un hidalgo castellano y un gañán vascongado con aires de grandeza, y declarando una brevísima tregua, irrumpe un “historiador arábigo”, reivindicando su autoría, como nigromante, para decidir el final de los acontecimientos.

Nos referimos, naturalmente, a la irrupción del terrorismo islamista, con la masacre de Atocha –que tuvo punto neurálgico y base de operaciones en Alcalá de Henares-, en la más reciente historia del “contencioso” entre el terrorismo vasco y el Reino de España. Un atentado masivo de “infieles”- ese trabajo en serie de marroquinería en piel ajena y damasquinado en acero toledano- en Madrid, “rompeolas de todas las Españas” –de ser “capital”de la gloria a “capital del dolor”, ida y vuelta-, en unos “Trenes rigurosamente dinamitados” por parafrasear el título de Hrabal, novela que relata la resistencia contra el totalitarismo en la Checoslovaquia del Protectorado alemán de Bohemia y Moravia.

QUE 20 (x 20) AÑOS NO ES NADA u ¡HOSANNA!, OSAMA EN EL CIELO

Y nos retrotraemos 400 años atrás a la obra del inmortal alcalaíno Cervantes, de cuya composición se cumplen ahora 4 siglos, para sorprender la coincidencia significativa –o casualidad petrificante- de “la estupenda batalla que el gallardo vizcaíno y el manchego tuvieron” con el descubrimiento de la “reinvención”-¿o reivindicación?– del desenlace del combate singular por parte de Cide Hamete Benengeli en el manuscrito encontrado.

Porque la continuación de dicho enfrentamiento, del cap. VIII al IX de la 1ª Parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha –“Dejamos en la primera parte desta historia al valeroso vizcaíno y al famoso don Quijote con las espadas altas y desnudas”-, vendrá de la mano de Cide Hamete Benengeli, historiador arábigo, cuya veracidad –y, en particular, la más que discutible victoria del castellano sobre el vizcaíno- pondrá en duda el autor-editor “Cervantes” apelando al tópico de la proverbial falta de sinceridad de los moriscos –“siendo muy propio de los de aquella nación ser mentirosos; aunque, por ser tan nuestros enemigos, antes se puede entender haber quedado falto en ella que demasiado”-, ofreciendo en Negro sobre blanco la versión oficiosa que relee Cervantes.

ALÁ ESCRIBE DIRECTO CON RAÍLES RETORCIDOS o AL QAEDA O LOS VASCOS EN EL SIGLO VIII

La irrupción –“histórica” a comienzos del XVII; histórica a comienzos del XXI- del “galgo de su autor” superpone ambos momentos, identificándolos en la helicoidal de la Historia y distorsionando, para bien o para mal, el conflicto entre vascos secesionistas –sea Lope de Aguirre, sean los herederos del lehendakari José Antonio de Agirre- y los validos –o inválidos- del Reino de España, reduciéndolo por obra y (des)gracia de los denominados hijos putativos –o descendientes- de Muza a simple escaramuzas tribales.

En un momento histórico en que los quintacolumnistas del “Gran Turco” Ben Laden, “hermanos musulmanes” de la Yihad Islámica contra los Cruzados –no ya los moriscos españoles expulsados lamentablemente por xenofobia y racismo de los cristianos viejos entre 1609 y 1613, sino “muyahidines” infiltrados con papeles (o sin papeles), “aunque sean los papeles rotos de las calles”-, con la colaboración de renegados –pero que muy negados- o muladíes, y falsos conversos a la fe laica de Nuestra Señora la Inmaculada Constitución, en coalición electorera con Al-Qaeda –“sabios encantadores” que buscan la ruina del caballero español: de “la del alba sería”a “Al alba, con viento de Levante”-, ZaPadores minadores valerosos del “Camino de Hierro” -the Tánger-Conexión: Noli me Tánger!-, han proporcionado la victoria en las Elecciones al Parlamento Español, tras la orquestada (Rodríguez) ZaPatiesta de la víspera y madrugada del mismo 14 de Marzo –pateo, repateo y zapateo, o puro y duro zapeo-, a quienes obedecen los designios de Alá –embriagados por fumar “la pipa (de la paz) del Rif” al compás de “Tangerine Dream”-.

ASÍ QUE PASEN 5 (x 2) AÑOS o ¿¡NO PASARÁN!? y TANGERINE DREAM

Si quienes han reivindicado ese atentado multitudinario de Atocha ya han conseguido su primera victoria -¿pírrica?-, sin contar aquel otro atentado -no contra la Casa Blanca- sino de Casablanca –aunque “Siempre nos quedará Madrid”; ¡No pasarán!-, no sería de extrañar que ahora- por la paz un AVEmaría- se les concediera –para no incomodar a su Dios innombrable, mucho más iracundo que nuestro Panteón profano- su reivindicación histórica de Al-Andalus –y no en balde la penitencia del Caballero de la Triste Figura se desarrolla en Sierra Morena- y las comunidades históricas del Califato de Córdoba y el Reino de Murcia, Valencia, Zaragoza y demás reinos de taifas, así como, por otro lado, del Viejo Reino de León y todos aquellos territorios que “vuelven por sus fueros”, bajo un régimen de parias o tributos –llámesele pacto de no-agresión o tregua local- y en una regresión deconstructiva al mosaico anterior a la “invención” de España por los Reyes Católicos, padres del estado integrista, durante el reinado de los “Reyes Catódicos”. Y ello merced al triunfo de una decaída mosquita muerta –las mata callando- y ese auxilio internacional de Zeta Zeta Paf –“los mata bien muertos”-, desintegrador de las Españas.

DONDE SE CONCLUYE Y DA FIN A LA ESTUPENDA BATALLA QUE EL GALLARDO VIZCAÍNO Y EL VALIENTE MANCHEGO TUVIERON

Es clásico lo que tiende a relegar la actualidad a la categoría de ruido de fondo, pero al mismo tiempo no puede prescindir de ese ruido de fondo.
Italo Calvino, Por qué leer los clásicos

Pero si el Quijote es por lo que se ve un aleph, un panópticum, un titilimundi, el Libro por excelencia, habrá que buscar en su 2ª Parte -o esperar al 4º centenario de su edición en 2015- para conocer cómo evolucionan los acontecimientos, entre versiones apócrifas, ínsulas de confederación Barataria y fingidas quijotadas en corte -y confección- ducal, tras la expulsión indiscriminada de inmensas minorías teocrático-totalitarias -y sin que haya más memoria de Alonso Quijano que una tonadilla de Café Quijano-, para saber al fin que quien vence a don Quijote no sería sino un paisano de su mismo lugar de origen.

Aunque, entretanto, se abra un nuevo compás de espera entre el castellano y el vizcaíno, que “puestas y levantadas en alto las cortadoras espadas de los dos valerosos y enojados combatientes, no parecía sino que estaban amenazando al cielo, a la tierra y al abismo”.