No me alcanza el desagravio:
una selección de poemas de Eduardo Cichy
Cada vez
que hicimos el amor
nos mentimos.
El amor ya
estaba hecho.
Sólo lo ajamos
y estropeamos un poco.
© Comositodofueratanfácil, 2007
Sólo recuerdo
que lloré
y maldije.
Aquella noche
envejecí.
© Comositodofueratanfácil, 2007
Este poeta
contó las madrugadas
los desvelos
las plumas de chocolate
de una garganta aguda
o de un terreno baldío.
Contó hasta mil
hasta dos
dos ojos, dos orejas
hasta una boca
hasta cien
hasta tu sien
y hasta párpados.
Contó los días
y las auroras.
Se subió a las auroras
y amaneció torcido,
roto, ajado, solo y triste.
Le faltó contar con tu abrazo.
© Algo posible, 2010
a los desaparecidos en la última dictadura en Argentina
No me alcanza el desagravio.
Me trepo a tus navajas
con un aleteo de murciélago
para traerte.
Te desando la nuca fusilada
la muerte muerta
el salitre
de tu sangre en pedazos.
Te arranco el corazón
y lo revivo.
Me entrego
a la rapsodia de tu oficio
te digo inocente
hasta cansarme
te rescato.
No me basta un clavo débil
al que aferrarse.
Tu ausencia de pájaro
no me alcanza.
© A la izquierda de la coma, 2014
No te vi
al lado del camino.
No vi tu frío
tu poco vestido
tu hambre de gritos
tu miseria.
No me juzgues egoísta
de tanto andar
a contra viento
me acostumbré
a llevar los ojos cerrados.
© El ojo izquierdo, 2014