Fotografía: ardiluzu
Álex Oviedo (Bilbao, 1968): Periodista y diseñador gráfico. Responsable de prensa del Colegio Notarial del País Vasco, coordina muchas de las actividades culturales que se celebran en la Biblioteca Foral de Bizkaia. Colabora en el suplemento cultural “Pérgola” dentro del periódico Bilbao. Fundó las ya desaparecidas editoriales Ela y Libros de pizarra. Ha publicado las novelas El unicornio azul (2005), Las hermanas Alba (2009), La agenda de Héctor (2014, Hektorren agenda, 2001), Cuerpos de mujer bajo la lluvia (2016), y el libro de relatos El sueño de los hipopótamos (2011).
Prosa poética:
Siempre me he acercado a la poesía con timidez, casi con miedo. Aunque comencé escribiendo poemas, me siento más narrador; tal vez por ello muchos de los textos que escribo mezclan ambos géneros. Por momentos me parecen flashes nacidos de lo onírico; en otros busco la validez de un argumento, también la estructura de la poesía. Los defino como prosa poética porque cobran vida cuando los nombro. Todos ellos formaban parte de un libro de microrrelatos que estoy construyendo con el título de “El tirador ciego”. Pero a día de hoy me parecen demasiado poéticos para llamarlos relatos.
EL IMPOSTOR
Si se ocultase tras una sonrisa sería un gran vendedor de dulces. También de quimeras con nombres caducos. Cuando sonríe, sin embargo, lo hace sin dar ni ofrecer. Es sólo un gesto. Una mueca de la que apenas se percibe su dentadura algo gastada. Un norma, quizás, de otros tiempos. Una forma de andar por la vida.
EL DESHIELO
No fue un mar de lágrimas, porque no aguantaba las frases hechas; ni siquiera un riachuelo el que se deslizaba por su cara; sólo la contención de una presa que soporta las aguas para acabar desbordándose tras el deshielo.
PUNTO DE INFLEXIÓN
La misma canción,
la misma escena de una película repetida mil veces,
el mismo sonido de muelles en sus huesos que le advierten del final,
el mismo quejido de un estómago al que no le gusta comer solo,
aquella sonrisa que lo ilumina todo cuando la ve aparecer a lo lejos…
CERTEZAS
Me gustaría contarte
dijo,
que cada día eres más.
Que siento lo que vivimos como una pequeña parte de lo que fuimos;
que no hay nadie capaz de hacerme sentir lo que contigo.
Y sin embargo sé, hoy y mañana, que todo cambia,
y que el ayer quedó,
sólo,
como otro día más en el calendario.