Menu

LUKE nº 169 Febrero 2016

Enrique Gutiérrez Ordorika

La última guerrilla. (capítulo II)

zurriola

foto: ©ardiluzu

capítulo II
( ... y el último hombre de Francis Fukuyama)

"De nuevo te arrodillas, ahora ya un anciano,
Y buscas lo bello, en lo que ya no crees".

Hermann Broch

Días y noches

Tus ojos no tienen dudas. Lo muestran los tonos del papel en que trazan sus renglones. Muy claros: día; muy oscuros: noche. Yo, en cambio, pienso que hay que ser prudente en estos tiempos de eclipses y tormentas: sombras y centellas, días y noches.

Diario

Un diario no es un poema. Si va al día, se recarga y se convierte en un pesado parloteo; si se espacia demasiado, se reduce a compilar el anecdotario, sobresale el tartamudeo o el chal de estrellas solitarias. Un diario tampoco recoge todo lo que ocurre, ni siquiera pronostica el anteayer. En él tiene cabida una mezcla de mentiras y verdades que cuenta la historia posible o la que al fin y al cabo no se sabe, ni se puede saber. Es preciso, por tanto, constatar que este audaz ejercicio no admite manecillas. De uno parte en pasado para pasar también.

"La gallina"

Cerró el libro sin prisa y observó. La gallina cruzó clueca la calle. "Notre vie est un voyage" se dice en una estrofa de una vieja canción de la Guardia Suiza. Pero nadie aprende a leer deshojando los improperios de Celine en "Viaje al fin de la noche" Abandonó el libro sobre la alacena y miró de reojo. Bandele disimuló el impulso. La piedra bruna consumó el impacto... Dos dados de manteca y el suelo quemado de una cazuela sobre la chapa bendijeron la despedida como último panteón. Rebañada la última cucharada, Bandele recogió el libro. Se fue a la escuela. Tenía muchas faltas... La abuela dice que no hay alumno que vaya a clase si no tiene "plumas".

Mares y muchedumbres

De todos los largos y anchuras se construyen los diques, pero el mar vive sin puertas. La muchedumbre no piensa y piensa. El mar no sueña y sueña. La muchedumbre no crea y crea. El mar no mana y mana. La muchedumbre es al mar como el mar al pulir de la piedra. También contaminable y contaminado, y es vida. La muchedumbre es y será tantas cosas... Pero sin ella es muerte.

Inhibidos

(in memoriam, Hiroshima, 6 de agosto de 1945)
Ellos también creían que se hallaban protegidos de la lluvia y de los destellos solares con cristal y cortinas en las ventanas. Ellos también pensaban que mañana sería siempre otro mañana. Ellos también sostenían que lo mejor estaba por venir y que todo llegaría después de ahora y en adelante. Ellos también dormían tranquilos por la noche, bajando las persianas. Pero: BOOM! Sonó el despertador de madrugada, con muchos de ellos en pedazos. ¡Buenos días! De mañana... Día y fecha que no acontecerán para los que enterraron sin preocupaciones. Amén y en paz, después de ahora y en adelante.

Toso el frío

Toso el frío de un invierno con el que he envejecido, comparto con aquella ciudad una juventud que por haber vivido también nos pertenece... Adiós a las excusas en las cartas ¿Quienes son mis grandes amigos? El corazón que ha divisado una estrella no puede dejar de saludar los brillos luminosos... En mí, apenas sin cerillas, todos los candiles están por la labor de abrirle a la luz puertas y ventanas en el telón del universo.

Convidado a comer

Convidado a comer por los llorosos pongo en la mesa el mantel de las elegías. Baratas recitó las estrofas de los versos. Salpico de saliva los techos, para ambientar las ceremonias; y hurgando en la prehistoria, recuerdo los comienzos. Nombro, entre halagos, los pájaros del bostezo y, una vez introducidos en mi boca, doy las gracias a los anfitriones por tan extraordinario banquete .Mientras sirven el café, yo vaciaré mi palangana. Servirá como embarcación para los náufragos. Adiós. Felicidades. Regreso a la calle donde en verdad llueven lluvias que calan los huesos. Quizás atrape una pulmonía con la que curarme del aguacero que gotea los cerebros.