LUKE nº 169 Febrero 2016

Camina con la suave cadencia del ser que sabe a ciencia cierta que no existe una salida del laberinto, ha dejado de rumiar una solución, ese espacio lleno de ruido que antes ocupaba en su mente (la búsqueda) ahora ha sido conquistado por una niebla indulgente, fruto del que (sin enloquecer) ha comprendido la trascendencia del tiempo que acontece, ese invento que no es más que un sordo murmullo despojado de todo dolor. Lo único que lamenta es no haber llegado a la misma conclusión frente a ella, en una noche de fina lluvia.