Me llamo Pilar Salamanca (estoy casi segura de ello) y acabo de publicar El olvido y otras cosas imposibles donde cuento lo que me sucede a partir de un 6 de Octubre que nací en Valladolid en un año que no viene al caso.
Empezando por A Capella en 1999 he escrito también varios relatos y dos poemarios: Qasida y Días de Lengua Roja. Orgullosa colaboradora de últimoCero (periodico digital de Pucela) mis otras novelas se llaman: Enaguas de Color Salmón (1998); A Cielo Abierto (2000); La Isla Móvil (2005) y Cráter (2007); Los Años Equivocados (2009) y Soñar con Ballenas (2012); El olvido y otras cosas imposibles es la última de la familia.
Algunas palabras sobre la edición
Pasamos por la época en que la poesía era un perrito cariñoso y la época en que la poesía era puro orujo y hemos llegado a la era en que la poesía es "saber decir lo que no puedes decir de ninguna otra manera”, a encontrarte con unas palabras que un día te agrietan el alma y a l día siguiente te la curan.
Y yo pienso que quizá tengamos que agradecer a esta consigna lo que quizá sea la apoteosis del movimiento hazlo-tu-misma en la interpretación más o menos emotiva de esa hermosa –y dura - realidad que es la vida. Por eso, hablar sobre la autoedición de Dias de Lengua Roja resulta tan fácil: Nadie quiso editar estas palabras de manera que con la ayuda de Giulliano Camilleri, mi maestro encuadernador, me puse a coserlas yo misma. Hice pocos ejemplares, es cierto y la mayor parte de la primera tirada (50 ejemplares) son cosa suya. Las ilustraciones son de ……… un amigo.
El poemario, dividido en tres partes, está dedicado a las palabras de origen árabe que siguen todavía alojadas en nuestra lengua.
Lengua Vieja (primera parte) se inspira en la expulsión de los mudéjares y moriscos de nuestro país. Lengua Rota (segunda parte) en las promesas que el Imperio Británico hizo (pero no respetó) a las tribus árabes. Lengua Roja como resulta evidente, hace referencia a la sangre. A la sangre que empezó a derramarse en Palestina después de la Declaración, en1948, del Estado de Israel.
Lengua Vieja
I
Aquellos Gomeles granadinos
acabados linajes,
caballeros de tan alta destreza
en el juego de las cañas.
Aquella mudanza en reinos,
sucesiones, muertes a la continua,
nación confiada en el favor de
los bárbaros
vencida, vendida en almoneda
Aquellos alárabes tomados
Por luengo cerco
En la alcazaba, su morada,
La casa del Gallo y el Albaicín,
Disueltos, como nieve fundida
En la boca de esfinges milenarias,
Bajo una lengua cercenada
Gritando,
Nosotros esquivando los ecos
Para no oír
XIII
Tuvieron sus pasados
Y ahora poseen sus enemigos:
Montaña áspera, valles al abismo
sierras al cielo
barrancos y derrumbaderos sin salida
Alcotanes y chacales
los aguardan.
Lengua Rota
XIV
Semitas,
pueblo de espasmos
haces de almas sedientas
listos para la hoguera.
Si lejos de ti yo fuera
de nuevo un cielo
y una boca bebiera sin fuerza
allí, junto al desierto
donde el dolor desde sí sosiega,
por esta luna
lo juro,
te ayudaría a seguir.
XVI
Las despojadas tribus
y el continuo vacilar entre sus lindes:
tienen hambre de tierras desoladas
tienen
del hambre
la desolación
Lengua Roja
I
La luna es un mehari herido
en los ijares,
de miel su giba transparente
ciego en la alcaravea noche
ella es un mehari herido
y yo una flecha.
Como albatara en la boca de la madre,
asi la pena.
En la oscuridad de hueso
yo tiemblo, ella sangra
sangramos y seguimos
huyendo de los tábanos.
X
En lo gris,
perladamente pálido
el albihar al narciso y
los narcisos al agua:
No llores lela Fátme,
dale tu palabra al viento
alzada en la carne rota,
silenciosa,
Chatila,
aquel dolor