BIOGRAFIA:
Almudena Gavala Alústiza (Jerez de la Frontera, 1973). Licenciada en Filosofía y Letras. Profesora de Enseñanza Secundaria. La cajita de música, (ed. Tántalo 2016) es su primer poemario, presentado en la Biblioteca Central, Jerez de la Frontera en 2017. Ha colaborado en las revistas, Trece Trenes, Adiós y Ellas dicen. Actualmente, escribe en la revista Literaria Tántalo y en su blog http://laautocaravana.blogspot.com.es/. Recibió el Quinto premio de poesía con el poema Laberinto, publicado en 5 Relatos + 10 Poesías (Editorial Slovento 2007); tercer premio de poesía con el poema Silencio en la IV edición del Concurso de poemas Palabras que curan 2016. Es guionista de radioteatro, para Gente con Duende, Radio Enlace, (107.5 FM www.radioenlace.org), temporadas 2012-2016 y para Sin Cobertura, Radio Libertad, (107.0 FM http://radiolibertad.com; junio-julio 2014).
Autora del microteatro Salón de té en Pequeñas historias mínimas representada en el Festival de teatro Histrión’98, Jerez de la Frontera. Miembro de la Red de Arte Joven de Madrid con la que realizo varios recitales de poesía, obra propia, en los años 1998-2006.
Piensa en mí
como la estela de una ilusión errante,
solitaria en la inmensidad de las respuestas,
paciente.
Recuérdame en esa infatigable tarea
de encontrar el sentido,
en esa insolente tarea
de tirar los dados.
Si caigo cerca de ti
cúbreme de leyenda.
No hizo falta que llegaran los años
no hizo falta romper el amor,
torcer un trabajo
arruinar una casa
vaciar el corazón;
no hizo falta lavar las heridas
para bendecir su cura.
No hizo falta reinventarse hasta morir.
Bastaron mis propias palabras
gritando
«¿cuál es el sentido de la vida?»
insoportablemente
todas las noches.
Pese a todo
queda la puesta de sol en tus ojos
y el cielo anaranjado en mi frente,
las gotas de lluvia resbalando por mis muslos
el silencio de las tardes de invierno
los paseos hacia ninguna parte
y los pequeños regalos
que me dejo en la almohada.
Pese a todo pongo la alarma todos los días
y sonrío cuando se abre la puerta,
tiro los dados, respiro
espero. Observo y somos todos.
Pese a todo, todos los días pongo la alarma.
Queda la suerte de haberte conocido.
El contacto con la realidad
se ha ido borrando
hasta quedar en los puntos suspensivos
de los que brotan todas las cosas.
Mi corazón late en ellos
desde el principio.
Sorprenderse es un regalo de la niñez.
ISSN: 1578-8644
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