Francisco Taboada: (Bilbao, 1957) Escritor y pedagogo. Sus últimos libros publicados son el poemario Frontera de carne (Arte Activo, 2015) y la novela El pozo séptico (Ediciones Oblicuas, 2015).
Una mañana corriente
de un día entre semana
ni temprano ni tarde
a una hora cualquiera
me debatía
como tantas otras veces
entre estar o no estar
vivir ese momento
como ausencia
o buscar un modo
de intervenir.
No recuerdo debilidad
alguna, tampoco
fortaleza
solo sé que estaba
suspendido
entre dos alientos
al final de un inspirar
al comienzo de una
expiración
con la dejadez natural
del que solo existe.
La inquietud llegó
por un detenimiento
una duda
la prolongación
de esa indecisión
en contra de la certeza
¿merecía la pena
volver a coger aire
o considerar el cogido
como postrero?
Morir, en cierto modo,
allí y entonces
aquí y ahora.
Al principio no me angustié
quedaba tiempo
sentía que podía aguantar
sin respirar
dilatarlo sin miedo
prolongar esa agonía
sin declararla
postergar
aplazar
suspender
dejar estar ese algo
en que casi no estaba
impedir a mi cuerpo,
tirano autómata,
arrastrarme al aire:
no consentir
no participar.
La ansiedad
el ansia
se enfrentaron
por el desafío prolongado
porque ya no era un gesto
sólo
sino una obstinación
con raíces en mi pasado
no un presente casual
sino una persistencia
no era la primera vez
ya lo he dicho
había precedentes
podía haber consecuencias
una falta de oxígeno
sumada a otras faltas
de oxígeno
¿no llevarían mi mente
hacia una precipitación?
¿no estaría
antecediéndome?
y lo que es peor
¿tenía garantías
de estar decidiendo
libremente?
Pasaban los segundos
quizás un minuto ya
el fuelle de los pulmones
no se movía
el pensamiento extendido
indagaba
en el diccionario impreciso
de las palabras disgregadas
en un desmoronamiento
del sentido
como si el pensar
fuera ya innecesario
y el sentir
se negara a imponer
la pervivencia,
la Nada, entonces,
como una niebla transparente
una presencia táctil
casi humedad
sin viento
parapetada detrás
de la mirada
sentida pero
fuera de alcance
comenzó a difuminar
la gramática
alterar la sintaxis
tartamudear
todo el vocabulario
implantar
sobre todo
los puntos suspensivos,
un discurso de
palpitares
sin morse posible
sin código
solo latido
punto
punto
punto.
Hasta que el suelo vino a mí
ya digo
como otras veces
o casi, o parecido,
pero en esta ocasión
se inauguró
una resta
una sustracción
el inicio del desgarro
se terminaron las sumas
las adiciones
comenzó la cuenta atrás
aumentaron
las posibilidades
de lograrlo
en el próximo
intento.
2.-
Detente
no si-
gas, aplázate
difiere
delega el sentido
respira solo aire
pero no te arrastres
¡por dios!
no asumas
no aquietes
no impidas
deja que sea.
Para.
Tú eres
el impedimento
la barrera
tú, la caída.
¿Qué quieres
entender
si no tiendes
el hilo?
Espera
no corras.
¡No te abalances!
ISSN: 1578-8644
LUKE social