Microrrelato

Aguardo la muerte, fuera luce el sol, el cuerpo se ha vaciado de todos sus líquidos, estoy limpio. No se si han pasado tres horas o tres días, da igual, he completado el círculo. A veces tiemblo, ignoro si es por debilidad o forma parte del proceso. Lo que no me explico es como aún sigo pensando, no esperaba eso. Debe ser mediodía, no tengo hambre, tampoco frío, ¿debería tenerlo? Muevo las manos, subo el embozo, puedo hacerlo, no se cómo, pero puedo. Esto se va alargando, nadie viene, nadie se va. Supongo que tendré que seguir esperando. Para estar como estoy, razono bastante bien, eso es lo malo; si no fuera porque ya no se pueden sentir mayores congojas, sería como para desesperar. No sé si es de noche o si se me han cerrado los ojos, no importa, en breve, dará igual.