Esta visita era como una sorpresa ya que The Kinks nunca han dado muchos conciertos en este país, ni han realizado grandes giras y no se les veía desde principios de los ochenta ; habiendo una gran expectación por ver al líder de aquel mítico grupo que tan buenas canciones nos dio a lo largo de cuatro décadas.
Ray no decepcionó ni a los más escépticos, aunque su grupo ya no son los Kinks y se echa en falta, yo por lo menos, a su hermano guitarrista, pero los músicos que llevaban cumplieron como buenos profesionales aunque sin el carisma del mítico grupo.
El repertorio fue fabuloso y frente a nosotros desfilaron algunos de los mejores temas del grupo, tanto en formato acústico como eléctrico. En la versión acústica destacar Waterloo Sunset que sonó a gloria y en la eléctrica la brutal versión de uno de sus mejores temas All Day And All Of The Night con esos solos de guitarras centrales que hicieron estallar al público. En medio pudimos oír 20 Century Man, Set Me Free y una extraordinaria versión de Victoria que dedicó a la propia ciudad de Vitoria. También tuvo un recuerdo para Johnny Cash y ejerció también de maestro de ceremonias con esa sonrisa y buen hacer de cómico británico, tal como lo ha hecho durante toda su vida, mezclando la teatralidad, el vodevil y el rock, vistiéndose en una de las ocasiones envuelto en una americana con la bandera de gran bretaña, rememorando las épocas mod inglesas. Realizó algún tema inédito pero el concierto se centró en sus grandes éxitos que son muchos, gustándome mucho la versión desgarrada y eléctrica del tema Low Budget.
Sensacional fue la versión de You Really Got Me, una de las mejores canciones que se han escrito en la historia de la música y emocionante fue el fina con todo el público cantando el emblemático tema Lola, todo un clásico que hizo vibrar a las masas.
(fotografía: Silvia Pirón)
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