The Cramps

Uno de los platos fuertes del festival. Se podía comprobar entre el público a muchos seguidores del grupo, con camisetas de la banda y estética de cuero negro y aspecto de rocker siniestro.

The Cramps es una banda de rockabilly psicótico que cruza el rock clásico con melodías cavernícolas y de ultratumba, todo ello aderezado con una estética de película de terror de serie B. No los había visto nunca y siempre había tenido ganas de verlos pero lo que dieron en Vitoria fue increíble. The Cramps desarrollaron uno de los grandes conciertos del festival, para algunos el mejor, aunque creo que eso es pasarse. La verdad es que salí entusiasmado con lo que ví y oí.

The Cramps lo forman Lux Interior, cantante tétrico y exhibicionista que provocó una actuación salvaje y sublime y Poison Ivy, que resulta ser la guitarrista femenina colider del grupo que sigue tocando la guitarra de los cincuenta como si estuviese en un cementerio, acompañándose de un batería que no se movía y de un extraordinario bajo que sacaba sonidos extrañísimos y maravillosos de su bajo sintetizado.

Desarrollaron muchos de sus éxitos y a medida que discurría el concierto Lux iba poniéndose más alterado y entregado. De repente su grado de alteración llegó a tal que empezó a beberse botellas de vino y whisky en escena, acompañado de la guitarrista a la que quitó las botas para que le sirvieran como copa. Lux la emprendió con los monitores y altavoces que sin embargo no alteraron el perfecto sonido que acompañó su actuación. Tras esa catarsis decide bajarse los pantalones y enseñar el trasero, romper una botella y cortarse los pantalones con los cristales hasta quedarse los mismos completamente desgarrados, mientras se entregaba a juegos amorosos con Poison, la cual a pesar del desbarajuste seguía tocando de maravilla como el resto del grupo. En definitiva los Cramps realizaron toda su ceremonia vudú, entusiasmaron al público y por cierto dedicaron también una canción a Jonny Cash. Lo mejor el último tema donde tocaron “Surfin Bird”, tema que se popularizó en la banda sonora de “La chaqueta metálica “ y que produjo una catarsis colectiva entre los componentes del grupo y los asistentes al concierto.

(fotografía: Angel Lz. de Luzuriaga)