Me gusta cuando la poesía
desenfadada, sale a la calle
con vaqueros y el pelo suelto,
completamente desmelenada,
se compra el periódico,
pasea a su perro,
se toma un café solo,
y si la dejas es capaz
de leerte hasta los posos
Al pasear
en medio de la llovizna del bosque
me voy empapando de los cantos robados
del camino, me muevo sola
a través del bosque invernal,
y no paro hasta que mis pasos de lluvia
se mezclan del todo con el paisaje