Poemas pertenecientes al libro: Cuerpo poético

NÓMADA

Aquí soy sólo esta flor, esta marea.
Estos versos.

Esta náusea, esta cólera.
Esta silla rota.

Subo hacia la copa,
donde ver los campos más campos
y no esta escatología,
esta filosofía elocuente
de la ceniza.

Aquí mareo los paragüas;
los doto de mitología,
les hago creer
que tapan la lluvia hacia arriba.

Un gran ladrón es el maestro.
y su corte casi todo mi pueblo.

Yo atravieso la sombra de mi sombra
y la conjuro

para la lluvia.

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DÍA LUMINOSO

En un instante último
todo lo estático
se agita
y la muerte
cae
en picada.

Flameante, anarquista y vivo.
Todo está vivo.
Los traidores labios del cadalso último
-decididamente-
hablan de amor.

Es la magia del alma a las manos
y viceversa :
edifica una flor
con las ganas
que nacen de la tierra.

No podrán
los defensores de columnas
dibujar este salto
de pértiga.
No.
Por fin
testigo soy.

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EL LUGAR EN QUE NO ESTÁS

El lugar en que no estás
Es azul;
Aunque es una patria
donde solo campea
el recuerdo.
Tiene una arboleda
un manzano
y un montón
de cosas muertas.

Aparca una barca azul
y un molino roto
La melancolía
ha escrito un poema
sobre la orilla
de un río averiado,
que baña las costas
del único acantilado
en pie.
En sus aguas transcurren
taciturnos los amantes
y un pedazo de oración
naufraga.
Flotan y floran helechos
que detienen la barca
un poco antes de la noche.

Hay un cuadro de Van Gogh
y su oreja exánime,
atascada en una roca;
alas de golondrina
y pedazos de arco iris
completan el tesoro.

Un poblado de habitantes perdidos
teje sus sueños
en el margen de la costa
más allá,
donde unos niños
intentan vanamente,
remontar un barrilete
cosido de sombras
en una calle a oscuras.

En el lugar en que no estás
compañera
se han erigido unas botellas
con mensajes
sobre cada médano,
para que algún día fugaz en la orilla
puedas escuchar mi nombre.

Las flores de lugar en que no estás
son amarillas y de tonos ocres
como desteñidos soles.
Para el lugar en que no estás,
He abandonado a su suerte
A este niño travieso
y sin nombre
que se resiste
a darse por vencido.

Porque nadie sabe
en el lugar en que no estás
que mi amor te espera
de cualquier modo.

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TEMPLANZA

Aguarda espíritu,
el cese de oleajes,
las olas que arden,
la tristeza inmanente.
Aguarda cuerpo
tu tiempo y tu honra;
desnudos surcaremos
a campo traviesa
el tedio de las horas.
Resiste alma,
tu meta no es la derrota;
interpreta los signos,
el sol y las caricias por venir.
Sobrevive, fe.