LUKE nº 179 julio-agosto 2017

Adivina qué soy

Existo. Soy. Estoy.
En ti, en tus lágrimas de sollozo e ilusión. Estoy en cada uno de los suspiros que haces sonar. En las ganas de compartir el lado de tu cama. Y en el helado que derramas. Estoy en la caricia que recorre tus lunares rubí. En tus ganas de verme en ojos ajenos. Estoy en tu estómago cerrado. En tus tembleques y en el no saber el motivo. En tu extrañar. En tu inquietud por encontrarme por las calles. Estoy en tu piel de gallina cuando me conoces por primera vez. Y en todas y cada una de las idas de olla que haces por no despedirme después.
En cada rincón sin descubrir. Hasta fuera del mapa.
Estoy en lugares invisibles a muchas miradas. En mensajes improvisados en los murales. En graffitis, tarjetas, libros y huellas. Estoy en lugares en los que no soy bien recibido. En los que me cierran la puerta e intentan apagar. Ilusos, sigo estando.
Estoy en todo y nada. Lo soy todo y nada. Soy tu casa, tu refugio cuando no sabes a quién escribir. Cuando no sabes con quién compartir postre. Soy tu miedo a atreverte, a meter la pata y quedarte sin mí. Soy la curiosidad por recorrer calles sin nombre. Las chiquilladas que andas cuando me empiezas a descubrir. Las ganas de conocer lo que el miedo no quiere que conozcas. Soy lo que escribes en las cartas cuando yo guío tu mano. Soy el motor de todo lo merecedor que hacemos hoy en día. Soy el qué, el por qué y el cómo.
Lo dijo una vez mi padre: "Las cosas no se hacen para una persona, sino para dos."
Soy eso que todos sueñan sentir, muchos creen vivir y pocos saben latir.
Yo soy,
lo que hayas deseado desde el comienzo que fuese.

---

Háblame

Háblame.
Háblame de tí. De tus más con tus menos. Deshazte de la careta que nos enseñaron a colorear. No quiero la capa de invisibilidad de Harry Potter, tampoco el ego de Barney Stinson.
Vamos. Échale hocico. Pierde los estribos. Olvídate del diente de león, que los deseos deseos son. Sin mentir. Detesto ese hablar por hablar en el que muchos se pierden y otros tantos se regozan. Directo, concreto, sincero, preciso, pragmático, leal, honesto. No mucho.
Háblame de tu mitad. Del ron de tu cola. Del zig de tu zag. Del patio de tu cole. Del verano de tu invierno. Del color de tu pincel. Del neón de tus luces. La maría de tu papel. El rock de tu roll. La copa de tus sábados. El libro de tus domingos. El para de tus caídas. El azúcar de tu té. Y si te has perdido, muévete.
Pero sobre todo, no me hables por hablar. Que para eso ya se abre el bar.

---

Que nadie te diga que no

Somos unos yonkis del miedo a descarrilar. Y unos Da Vinci de la ilusión de despegar. Inconfórmate. Imagina. Curiosea. Intuye. Picotea. Cava tus negaciones y construye tus superaciones. Si te intentan callar, no tardes en vociferar. Si te alumbra un ámbar, no dudes en apretar. No sonrías a una copa con hielo a rebosar, guárdatelo para un escarchado al que besar.
Aberramos porque seguir el camino no es lo nuestro, porque demasiadas cosas tenemos prohibidas y tantas otras escondidas. Porque siempre conseguimos lo que queremos, y si no, es que no lo queremos de verdad.
Nadie te va a decir cómo expresarte. O nadie tendría que hacerlo. No nos declaremos en libertad condicional. Ni condicionados a querer. Ni queridos en teatro. Ni actuados como lo que quieren ver. Si a alguien disgusta, presta desatención. Y que nadie te diga que no.
Sé lo que quieres y quiere lo que eres. Molesta. Pellizca. Araña. Nadie repite una montaña rusa llana.

---

Somos infinitos

Las personas 
somos como las estrellas.
Muchas no existen
pero es su luz
lo que nos sigue llegando.
Es vida lo que seguimos irradiando.
Infinita y desvanecida.