El sonido es fantástico y los temas también, tan solo se echa en falta un “hit”, un “single”, una canción que destaque sobre la media. Nuevamente Lou Reed prefiere el disco conceptual y uniforme a una grabación donde sobresalga algún tema sobre los demás. Lo expuesto considero que es lo único criticable del disco ya que los temas son, casi en su totalidad, excelentes.

La primera canción, “Paranoia Key Of E” tiene un extraordinario riff de guitarra y una batería totalmente simple y básica, desarrollándose en un tiempo rítmico muy bien construido, destacando el sonido de instrumentos de viento al final del tema. El segundo tema es una aproximación a la Velvet Underground y al sonido ácido de la guitarra rítmica. Existen numerosos temas lentos y medios tiempos en el disco, que en algunos casos tienen guitarras desquiciadas, a la vez que perfectas, siendo destacables : “ Modern Dance”, “Mad” y “Rock Minuet” ; en estos temas la voz de Lou Reed resulta maravillosa y en muchos casos emocionante. Algunos recuerdan al sonido glam de los setenta y otros se construyen de forma mas actual como el que da título al disco, “Ecstasy”, el cual tiene una voz que se inserta completamente en el pausado ritmo de la canción . También hay Rock ´n ´Roll tipo Iggy Pop como el tema “ New Famers of América” y un poco de guitarra acústica en “ Baton Rouge”. No se debe olvidar un tema de dieciocho minutos, “Like Possum” completamente obsesivo y eléctrico, basado en dos notas y en dos acordes de guitarra, sobre el cual se construye una canción de gran duración, penetrante y repetitiva.

Capítulo aparte son las letras, las cuales vienen traducidas al castellano dentro del CD. Lou Reed está superándose cada vez más en los textos. Con sus cincuenta y ocho años, está endureciéndolas hasta límites casi insospechados pero dentro de un campo de gran sensibilidad que te arrastra y te cautiva. Muchas veces son directas y otras etéreas pero casi siempre salvajes y sorprendentes.

El público era bastante homogéneo, en cuanto a sexo y edad, mayoritariamente masculino, de entre 35 y 40 años, dividido entre rockeros de cuero negro y patillas, que añoran los años setenta, frente a gente normal y alguno que otro yuppie de los ochenta que me figuro estaría encantado dentro de este extraño local llamado Auditorio del Kursaal.

Lou Reed apareció como siempre, es decir, camiseta negra, pantalones de cuero, bota negras, acompañándose de su guitarra. Junto a él un grupo básico formado por guitarra, bajo y batería, tal como ha sido habitual en sus conciertos de la última década. En algunos temas el bajista abandonaba su instrumento para tocar un violoncelo eléctrico.

El sonido fue perfecto y demostró nuevamente las mil y una posibilidades de la guitarra eléctrica. Lou Reed tocó fenomenal conjuntándose extraordinariamente con el otro guitarrista, llegando en algunos casos a ritmos frenéticos que recordaban el sonido Velvet Underground. Destacaba también Saunders, el bajista del grupo, que le dio una gran calidad musical al concierto. Finalmente el batería tocaba en algunos casos de forma totalmente básica y en otros extraordinariamente complicada, tal como lo pedía la canción y el desarrollo de cada tema.

La voz de Lou era perfecta, cantó fenomenal y con una gran sensibilidad que llegaba a emocionar en muchos casos. Su actitud podemos calificarla de distante pero no de fría ya que se concentraba enormemente en cada canción y en tocar la guitarra, lo cual en muchos casos le impedía mirar al público, aunque saludó, dio las gracias en castellano en una ocasión, e incluso lanzó besos al público al final del concierto.

El repertorio se centro casi exclusivamente en su último disco, lo cual puede considerarse un punto negro del concierto ya que un artísta con una historia musical de más de 35 años y que tiene cantidad de canciones que son fundamentales para sus seguidores debería hacer mas concesiones de este tipo y no centrarse tan intensamente en su nuevo trabajo ; sin embargo así es Lou Reed y se le perdona ya que el disco “Ecstasy” es una gran obra y las versiones de sus canciones en directo llegan a límites extraordinarios. Las canciones fueron dotadas de gran energía y la electricidad de las guitarras superaba a la grabación. También tocó temas de su anterior disco, endureciendo las canciones.

Del pasado hubo poco, sonó “Riptide”, “Romeo & Juliet”, del disco “New York”, en una versión muy acelerada y una sorprendente “Turn To Me”, del album “New Sensations”, la cual fue magnífica. Al final del concierto hubo dos bises fabulosos con el público totalmente entregado y al fin de pie, dos clásicos de su repertorio como fueron “ Sweet Jane”, con esa guitarra increíble y “ Vicious”, transformándolo una y otra vez para hacerlo mas duro y salvaje.

Fueron dos horas y media de un gran concierto, que no tuvo altibajos en cuanto a sonido y calidad, criticable por su falta de concesiones al pasado y aplaudible en todo lo demás.

Un libro como este, resulta especialmente atractivo para los seguidores de Lou Reed, al contener el mismo la totalidad de las letras de sus canciones, tanto de la Velvet como de su obra en solitario, incluyéndose también alguna referencia a canciones alternativas y piratas no aparecidas en la discografía oficial. En resumen todo lo grabado por Lou Reed está en este libro.

Las letras no tienen desperdicio, repasar los textos de la Velvet Underground, la dureza de sus canciones y los personajes y escenas de las mismas es algo sorprendente, teniendo en cuenta que se remontar a la mitad de los años sesenta. En las letras de esta primera época se mezclan las odas a las drogas duras con los personajes salvajes, los camellos, el sadomasoquismo y la canción urbana de callejón. Los discos de los setenta se centran más en los ambientes europeos, en los cánticos de claro contenido homosexual, en las fiestas y en la forma alternativa de vida, centrándose en muchas ocasiones alrededor del sexo, aunque hay también poesía urbana y de descripción de lugares. Los ochenta y los noventa son mas políticos en cuanto a las letras, se olvidan de los cantos gay y de las fiestas para centrarse en la crítica social. Las letras del disco “ New York” no tienen desperdicio. En esta época se vuelve a las calles, los sucios bulevares, la droga desde la perspectiva destructiva, las críticas al partido republicano, al conservadurismo, al puritanismo americano y a la religión.

He considerado que no se deben incluir letras en este artículo y por ello recomiendo totalmente la lectura del libro, incluso si no conoces las canciones, dado que también resulta sumamente interesante desde una perspectiva literaria y sobretodo poética.

Finalmente señalar que aunque la temática ha ido evolucionado, a lo largo de estos más de 35 años de carrera musical, los textos mantienen todos un enorme grado de calidad y sensibilidad, desde la primera a la última canción.

Lou Reed es caballero de la Orden de las Artes y de las Letras del Gobierno Francés. Todo un caballero.