CREACION
josé morella
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lo voy a intentar
me comeré mis alas
incipientes
mis alas asesinas
en la bandeja anfibia
de mi memoria oscura
y esculpiré tentáculos al espejo
para que me abrace
hasta donde arena
vivir si consistiera sólo
vivir en preparar fiestas:
nos rozaríamos al ir de compras
al apartar los muebles
para el baile de los esquivos
cayéndonos de a poco
en un continente orgasmo
en una espera de seda
pero que no hubiera
el cansancio
el olor a ceniza
la incompletitud
los vasos pegajosos
el suelo inmundo
la esperanza rota como un sofá viejo en la mañana
y el eterno último borracho que no termina de irse
y que te mira y ríe profundamente triste
que no hubiera fiesta
yo quisiera ser de roble
o de acero helado
o de caña de bambú
o de mármol
no de esta puta porcelana
que se rompe con mirarla
la vida
eso tan
pequeño
Soy el espectador paciente de tus expolios,
tristeza:
vacías mis armarios y mis estanterías,
destuercas y aflojas todas mis máquinas,
permaneces pesada y sórdida sobre la pobre
cama mía deshecha para tus saltos de niño,
desmuellándola con furia y servidumbre
del mal, aciago pero luminoso mal amor
que viertes basureando por mis rincones;
dejas intacta la nevera pero acabas
con enteros botiquines de yodos y alcoholes,
oxigenantes aguas de todos mis misterios,
y abres finalmente, jodida curiosa, todas
mis carpetas de cartas, las lees una a una,
y mi cabeza acaba rodando borracha
en el suelo, abierta y sangrando, y tardo
tardes enteras y noches como lustros
de desayunos y zumos benéficos, de sopas
para recuperarme, de cafés hasta los bordes,
y al final poco a poco me levanto y
ordeno el piso, y para la próxima vez
únicamente te pido que dejes más en orden
la casa
-el trabajo doméstico me obliga, me asquea-
y que otro mar turbulento te ausente rápido
pero sin desaparecerte,
porque sin ti no hay alegría,
tristeza pintora de las formas de mi luz:
sin ti este orden será punto, viejo ya tumor
de un nuevo y acipresado mar
hecho de tierra y oscuridad.
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