TORRES GEMELAS ¡ QUE PENA !
Estuve en Nueva York hace seis años, durante unas Navidades y exploré a fondo la ciudad, acudiendo también a sus lugares más emblemáticos, entre ellos ¡cómo no !, las torres gemelas.
Estuve dentro de las torres y subí al último piso. Me sorprendieron mucho las medidas de seguridad, había que pasar por un control policial y por un detector de metales para subir al mirador. En la entrada te encontrabas un enorme tapiz de lanas realizado por Joan Miró. Las vistas desde arriba eran maravillosas, abarcando Manhatan y alrededores, viéndose perfectamente los puentes de la ciudad y el fantástico Empire State, sin tener que mirar hacia arriba. Las Torres gemelas estaban en una pequeña plaza peatonal de piedra donde destacaba una escultura en forma de bola y una figura metálica de un ejecutivo con su maletín y teléfono móvil, las cuales han aparecido ahora tras el desescombro, en muy mal estado, aunque del mural de Miró no se sabe nada. Debajo de las torres se extendía un centro comercial que llegaba hasta el río, con cafeterías, tiendas de libros, regalos, etc. Allí recuerdo que compré un libro sobre fotos de músicos de Rock realizado por Linda Mackartney y dedicado a imágenes de los sesenta, libro de difícil localización en la actualidad.
También recuerdo cómo se veían las torres gemelas desde el barco que te lleva a la estatua de la libertad, como aparecía toda la línea de rascacielos, destacando enormemente esas dos maravillosas torres. Desde Liberty Island y desde la corona de la estatua también los ojos se quedaban fijos en las torres.
No puedo olvidar cuando atravesé el puente de Broocklyn y me hice la típica foto en la zona peatonal del puente, donde en la retaguardia destacaban las dos enormes torres del World Fiancial Center.
Finalmente señalar que el dia de año nuevo cogí un helicóptero para ver Nueva York desde el cielo, siendo lo expuesto una experiencia maravillosa, sobre todo cuando ibas hacia las torres gemelas, llegando junto a ellas, rodeándolas, emprendiendo la vuelta sobre el río y sobre la Estatua de la Libertad.
Estoy muy confuso y aturdido tras lo sucedido. Las perdidas humanas han sido un desastre, más de seis mil muertos, la mayoría civiles pero aparte del desastre humano me resulta difícilmente imaginable que la ciudad ya no tenga uno de sus centros más emblemáticos, me da una enorme pena que ya no estén las torres gemelas.
Por mi condición europea siempre he tenido un sentimiento antiamericano por naturaleza, a pesar de que nunca les he llegado a odiar, tampoco nos han tratado tan mal y además no se les puede odiar aunque sea solo por los artistas y músicos que han tenido a lo largo de la historia, sin embargo esta vez he comprendido el enorme dolor que demuestran actualmente los americanos. De la venganza no quería escribir pero me veo en la obligación de señalar lo siguiente : En derecho hay una frase lapidaria, que puede resultar justa o injusta, pero es derecho al fin y al cabo, LO QUE NO SE PUEDE PROBAR NO EXISTE. Por muchas sospechas que haya, la reacción debe estar acompañada de pruebas de cargo y nunca debe haber medidas contra quien no resulte con cargos probatorios. Si alguien es declarado no culpable, por mucho que dudemos de su inocencia, siempre será una parte sin cargos, sin relación de causalidad con el resultado final y por tanto no susceptible de ajusticiamientos. En caso contrario se rompería el sistema ideado para los Estados Sociales y Democráticos de Derecho y eso sería caer en la más grave de las injusticias.
Tras esto voy a escribir algo sobre la parte musical de Nueva York, sobre sus artistas y estilos, pensando siempre en unas personas que ya no tienen la misma ciudad que tenían hace unas semanas.
NUEVA YORK CIUDAD MUSICAL
Nueva York, al igual que Londres, es una ciudad musical. En cada esquina puedes montar una banda sonora. Cada barrio tiene sus estrellas y sus lugares emblemáticos. Harlem actualmente sigue explotando soul, gospel y jazz. Las salas de conciertos siguen en pie y las Iglesias Evangelistas de Color tienen bandas y coros buenísimos. Recuerdo que la única vez que he ido a misa en los últimos 20 años, salvando actos disciplinarios tipo funerales y bodas ajenas, ha sido el dia 25 de diciembre en Harlem, en una Iglesia Evangélica, para ver como la Comunidad de color hacía vibrar a los fieles a ritmo de gospel. Recuerdo cómo de repente se subía un saxofonista al altar y entonaba una melodía muy jazz, mientras los asistentes se levantaban y entraban casi en trance. Por otro lado, en las calles de Harlem, se sigue viendo a mucha gente alrededor de cubos de basura ardiendo que se contonean con la música rap, incluso en el metro había cantantes anónimos que pedían dinero tras hacer temas marcadamente rap.
Me gustó también el ambiente de Broodway con sus teatros y sus espectáculos musicales. Fui al Radio City Music Hall y pude presenciar el fantástico espectáculo de Navidad, con su orquesta y bailarinas que recordaba el ambiente de los años cuarenta y cincuenta.
Al Bronx no fui, pero allí reina lo latino. Los puertorriqueños invaden Nueva York y la música de salsa aparece continuamente en las emisoras de radio y es el acompañamiento habitual en muchos restaurantes hispanos. En Nueva York no hace falta hablar ingles. Los hispanos señalan entre risas No english No Problem.
En Manhatan no son todo rascacielos, también hay los típicos edificios de ladrillo rojo y escaleras de incendios. Cuando empieces a verlos es que ya estas cerca del Soho y del Village. Allí se mezcla un ambiente de rock urbano, punk y música de los setenta. Fui a dos locales, uno dedicado al blues, donde tocaban desde solistas negros hasta bandas blancas y en el otro tocaba un pianista mezclando rock y soul.
En las cercanías del soho también estaba el CBGB y otros locales donde reina el rock Neoyorquino, desde el punk a Lou Reed, allí el ambiente sigue siendo duro y se hace difícil caminar por el lado obscuro.
Las discotecas de la gran manzana han perdido el ambiente de los setenta, ahora están llenas de falsas Drag Queen y niñas bien veinteañeras, mezcladas con personal de seguridad que no permiten el descontrol tipo Studio 54, actualmente un recuerdo del pasado, al igual que la música disco la cual ha sido substituida por el House y el manido Rap
En Central Park siguen los cantantes acústicos que ahora se hacen llamar anti-folk y las bandas de claro contenido étnico, africanas y asiáticas. También estuve en la puerta del Madison Square Garden, desde fuera no es tan espectacular y el dia que fui no tocaban ni los Kiss, ni Patty Smith, ni Bruce Springsteen, había espectáculos deportivos, esperaré a la próxima vez porque algún dia volveré a esa maravillosa ciudad donde aún el Empire State sigue en pie, volviendo a ocupar el ilustre puesto de ser el edificio más grande de Nueva York.
Nunca creí que el siglo XXI trajera este cambio, la verdad es que me esperaba otra cosa en el nuevo milenio.
ARTISTAS Y GRUPOS
Los músicos que voy a mencionar son solo una parte de la inmensidad de grupos que pueblan la gran manzana.
El ambiente musical de Nueva York no se puede definir de manera clara, aunque considero que todos tienen ese toque propio de la ciudad por muy diferentes que sean sus planteamientos.
En Nueva York tuvo importancia el movimiento hippy, aunque menos que en California y los grupos folk - rock tuvieron gran éxito. Mi grupo favorito de los sesenta era Lovi´n Sponful, que hicieron la maravillosa canción Summer in the City, no se puede olvidar al cantautor desquiciado Tim Buckley y por supuesto a Simon y Garfunkel que combinaban sus voces suaves con letras que eran pura poesía aunque nada lánguida, de hecho Puente sobre aguas turbulentas tiene una letra tremenda y El boxeador tampoco es un tema infantil. Dylan también se embebió de la ciudad y comenzó su carrera en el famoso Village Neoyorkino. Junto a estos grupos y solistas de los sesenta estaba la Velvet Underground, grupo desquiciado, encabezado por Lou Reed y apadrinado por Andy Warhool, que cantaban temas sobre sexo, látigos, drogas y obsesiones varias.
No puedo dejar de mencionar, ya en los setenta, a Ellioth Murpy, rockero urbano muy neoyorkino, aunque actualmente exiliado en Europa, os suplico que lo oigáis porque a pesar de ser un gran desconocido es, sin embargo, uno de los mejores músicos y compositores del siglo XX. Especial mención en los setenta y en los ochenta merece Lou Reed. Si alguien puede definir a Nueva York ese es Lou Reed. Los discos que mas me gustan de los setenta son Transformer y Rock And Roll Animal y de los Ochenta New York, cuyo titulo lo dice todo, escuchar Dirty Boulevard es toda una experiencia. Otro rockero urbano típico de esta ciudad es Willy Deville, personaje mezcla de seductor y de jonki, mezcla de anglosajón e hispano, mezcla de Nueva York y de Nueva Orleans. Hay otros músicos de primer orden como Billy Joel que a mí personalmente no me gusta, es un producto yuppie neoyorkino, pudiendo servir su música como banda sonora para trabajar en la bolsa o en un banco en el distrito financiero. Otra poetisa de la gran manzana es Patti Smith que junto a Lou Reed y Ellioth Murphy forman el triunvirato de la poesía dura y del rock salvaje sentimental. Tantas son las alabanzas que pudiera hacer de la actitud y la música de Patti que prefiero tan solo nombrarla y recomendar sus discos, todos ellos maravillosos. Patti una artista que alcanzó su cenit en los setenta y que se recupero en los noventa, tras mas de diez años de espera.
De la música disco destacaría al grupo Chic que era una banda negra de lujo, con músicos excelentes y preciosos arreglos.
En Nueva York también se formaron Steely Dan, grupo de alta calidad que solo merece halagos por mi parte, aunque su sonido tiende al rock californiano el jazz de la gran manzana envuelve muchas de sus canciones.
Respecto del Heavy Metal era evidente que Nueva York tenía que dar sus frutos y vaya si los dio. Voy a nombrar a dos grupos básicos de este género y de esta ciudad : Kiss y Blue Oister Cult. Creo que todo el mundo a oido algo sobre los Kiss, personajes estrafalarios cuyo loock es impresionante, personajes de comic pero reales. Para ser sinceros su música nunca fue gran cosa aunque me gustó su primer disco y alguna canción de los ochenta donde se acercaron a la balada y a la música de baile, otra cosa era su directo, nunca he tenido ocasión de verlos pero todo el mundo se rinde ante un espectáculo que supera todo contenido musical para convertirse en una fiesta carnavalera con todo lujo de efecto especiales. Blue Oister Cult es otra cosa, musicalmente hicieron muy buenos temas y aconsejo su disco doble en directo como uno de los mejores productos en vivo de los setenta, aunque curiosamente también alimentaron un aspecto satánico que atraía a adolescentes que también eran fans de Kiss. En Nueva York los Heavys adoraban al diablo.
Nueva York fue a finales de los setenta y principios de los ochenta muy punk. Los primeros en este género aunque fuertemente influenciados por el glam fueron los New York Dolls, menudas pintas y menudas canciones, un auténtico caramelo picante. Posteriormente Johnny Tunders en los ochenta emprendió una carrera en solitario que lo convirtió en un mito en Europa y sirvió de influencia de todo el underground tanto americano como europeo. Otro grupo fantástico de la ciudad fueron los Ramones, que en los setenta y ochenta hicieron cantidad de discos, convirtiéndose en un grupo reconocible a la primera. Los Ramones dieron fama al CBGB Neoyorkino, club que sigue existiendo en la actualidad, base del movimiento punk. Los Dead Boys también eran de la ciudad al igual que el grupo Television. En fin un montón de gente peligrosa y deliciosa.
Tengo que nombrar, aunque no me guste, al grupo Suicide, que mezclaba la actitud punk con la música electrónica, se adelantaron a los noventa, proviniendo de finales de los setenta. A mí no me gustaron pero reconozco que a mucha gente sí.
También del CBGB salieron dos de los mejores grupos de Nueva Ola americanos como es Blondie y sobre todo Talking Heads. Blondie encabezados por la bellísima Debby Harrie eran un descontrol organizado, su apariencia pop encubría una dureza extraordinaria propia de los punks más escandalosos, posteriormente harían reggae y sobre todo música disco, llegando a sonados éxitos. Talking Heads fueron a finales de los setenta y principios de los ochenta uno de los mejores grupos del mundo, su colección de éxitos es enorme y tiene discos básicos que todo buen aficionado a la música debe tener, actualmente David Byrne está demasiado interesado por los ritmos étnicos habiendo terminado con la increíble capacidad compositora que tenía cuando encabezaba a la famosa banda de los Talking Heads.
Uno de los últimos grupos que me ha interesado, formado en esa gran ciudad han sido los Spinn Doctors, los cuales saben mezclar rock y funk de manera sorprendente, se les acusa de repetitivos pero lo siento, a mí me gustan.
Mucho es lo que me he dejado pero considero que lo expuesto puede servir de guía a iniciados para adentrarse en el mundo musical de una de las mas interesantes ciudades del mundo, Nueva York. A Frank Sinatra no lo he nombrado quizás sea porque me gusta más el New York New York que hizo Nina Hagen que el que hizo Franky, lo siento, aunque reconozco el valor emblemático de la canción, todo un himno.