LA POESIA SI ES QUE EXISTE
El silencio siempre es duro. Algunos se defienden con palabras, aunque éstas no destaquen por su propio significado. Un cuchillo afilado parece el silencio. Otros son cobardes consigo mismos y harían cualquier cosa para que no quedaran en evidencia ante el silencio. ¿Puede el silencio de unos luchar contra el silencio de otros cuando el mundo se enfrenta a un ruido estremecedor que no deja escuchar otro sonido que el ruido de los disparos? ¿Pueden terminar los disparos en algún momento y en algún lugar donde el silencio llegue a ocuparlo todo como un homenaje a los muertos? El silencio es la constatación del recuerdo que nos persigue a menudo con los ojos en lágrimas. Los ojos que miran adentro cuando perdemos las cosas cercanas y pensamos que frente a las grandes cuestiones éstas no tienen sentido. Las palabras no dicen nada en un primer momento de asombro cuando la vida se escapa de las manos por la locura de todos. Pero las lágrimas se secan con el tiempo, a los muertos los entierra la historia, las cosas cercanas se sustituyen por otros objetos, y aunque no me quite de la memoria el grito de los que se lanzaron al vacío por escapar del fuego, son las palabras las que reconocen el miedo, el terror y la angustia de enfrentarnos al mundo entero. Las palabras que como la poesía cobran sentido y significado antes y después del silencio. El mundo cuando se encuentra perdido busca venganza y justificación en la historia. Pero la calma descubre la quietud de las cosas grandes y pequeñas en una mirada estremecedora. El vació husmea entre los escombros, el humo de la ciudad se confunde con el polvo del desierto, pero en el hombre de la esquina se leen con asombro las palabras pronunciadas con nerviosismo en alto. Un cuchillo afilado que rastrea heridas en los ojos de las palabras antes de que nada tenga remedio. Que porque parecen pequeñas serán grandes antes de que derrame una lágrima el silencio.
Fotografía: CNN