Septiembre 2001

Emergentes

inés matute

MERCADOS

Artistas y galeristas no coinciden al valorar la ley que acaba de aprobar la Unión Europea sobre la reventa de obras de arte por la que, a partir del 2006, se pagará un porcentaje al creador por cada venta sucesiva de una pieza, algo que afectará muy especialmente a marchantes y coleccionistas. Francia ya contaba con una ley similar, y también España, país en el que jamás llegó a aplicarse de manera estricta. La decisión de la U.E provoca satisfacción entre los artistas y un justificadísimo recelo por parte de los galeristas que temen que el mercado se traslade a Estados Unidos y a Suiza.

Los porcentajes van del 2,5 al 4% estableciéndose un mínimo de 500.000 pesetas. Los herederos del artista cobrarán si la reventa se efectúa en un período inferior a los 70 años desde el momento de su muerte. Según la UE los porcentajes se aplicarán desde la primera venta, es decir, desde que el marchante adquiere la obra en el atelier. Bernardo Rabassa, vicepresidente de la unión de galeristas europeos, comenta al respecto: “La aplicación de este impuesto, inexistente en Suiza y Estados Unidos, obligará al desplazamiento de los mercados; es más, las grandes casas de subastas ya han anunciado su traslado. Una alternativa más lógica sería que el porcentaje se pagara sobre el beneficio generado por la obra, ya que hay artistas que en un momento dado pierden cotización, y sería absurdo que un coleccionista con obra en su haber además de ver cómo ésta se devalúa resulte gravado”. Algunos pintores consideran que los derechos de los artistas resultan claros e irrenunciables, ya que hasta ahora el principal beneficiario de toda transacción ha sido el intermediario y no el creador. Esta medida afectará principalmente a pintores/escultores/grabadores cuyas obras coticen a la alta, quedando la obra de los demás sumida en el habitual caos. Un consagrado jamás perderá, pero sí el especulador y el artista principiante ante un mercado mucho más estructurado y geográficamente desplazado a plazas más interesantes para el inversionista experto. ¿Qué ocurrirá a partir de ahora con los coleccionistas, perseguidos simultáneamente por Hacienda, por los amigos de lo ajeno- recordemos el reciente robo de las 14 obras de Esther Koplowitz- y por el propio artista? El tiempo nos dará la respuesta, pero la sospecha de que poco van a cambiar las cosas prevalece.

home | e-mail | literatura | arte | música | arquitectura | opinión | creación | enlaces | |suscríbete | consejo de redacción | números anteriores
© LUKE: www.espacioluke.com