Noviembre 2001
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Las cosasjavier berasaluceLas fachadas de las casas son como caras que nos dicen lo que pasa dentro. Al cabo del tiempo se impregnan de los sentimientos de los seres que allí habitan y, por eso, las hay amables y hospitalarias, frías, indiferentes. Y hostiles, con ventanas como ojos escrutadores que fulminan cuando te acercas. Los espacios y los objetos de los que nos servimos son atrapados por nuestros campos gravitatorios y quedan dotados de un remedo de vida que no se acaba cuando los separamos de nosotros ni cuando acaba la nuestra , sino que permanece latente en ellos y nos confiesa, si nos fijamos, cómo fue el tiempo de su esplendor o de su pesadilla. |