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Sueños de la caverna
alex oviedo
"Screwball comedies"
La comedia siempre ha sido un género infravalorado dentro de la historia del cine, y seguramete también dentro de la literatura.. En referencia al cine, el género cómico ha dado a lo largo de la historia grandes y aplaudidos títulos, así como autores de renombre que juguetearon con sus argumentos para hacernos pasar algunos de nuestros mejores momentos (no sólo infantiles sino también adultos). Títulos que, sin embargo, se han visto relegados casi siempre a un segundo término al ser considerados como obras menores o recogidos bajo el apodo de cine de entretenimiento (como si el concepto de entretenimiento fuese de por sí peyorativo). Con el paso del tiempo, muchas de estas obras denostadas en su día por la crítica han ascendido en el escalafón recuperando su valor perdido y adquiriendo el sobrenombre de obras maestras. De hecho, hoy en día no se entendería el cine sin su mención.
Los más reputados directores americanos coquetearon con la comedia y realizaron algunos de sus mejores trabajos: Howard Hawks ("La fiera de mi niña", "Luna nueva", "Bola de fuego", "Me siento rejuvenecer", "La novia era él" o "Mi juguete favorito"), Fran Capra ("Vive como quieras", "Arsénico por compasión", "Sucedió una noche", "Caballero sin espada"), Enst Lubitsch ("La octava mujer de Barba Azul", "Ser o no ser"), Billy Wilder ("Con faldas y a lo loco", "Primera plana") o George Cukor ("Historias de Filadelfia", "Vivir para gozar") pueden servir como ejemplo. Incluso el mismísimo Hitchcock destilaba fino humor en muchas de sus películas (sin ir más lejos, el personaje de Cary Grant en "Con la muerte en los talones" o en "Atrapa a un ladrón" se mueve entre el sarcasmo y la ironía sin restarle suspense a la acción).
La mayor parte de estas obras pertenecen a lo que en su día se dio en llamar "screwball comedy", que en traducción libre podríamos definir como "comedia alocada" o "alta comedia". La "screwball comedy" tuvo su punto álgido en un período muy breve de la historia americana, en concreto la década de los treinta. En estas comedias, el ambiente, situaciones y personajes formaban parte de las clases altas de la sociedad, mientras que uno de sus protagonistas se comportaba de manera inusual para su estatus, provocando situaciones que rozaban el absurdo o lo irreal. En su momento, los argumentos y circunstancias calaron muy hondo en el público norteamericano, quizás porque conformaban un enérgico sistema de evasión ante una grave depresión económica.
Dejando a un lado razonamientos socioeconómicos que podrían haber favorecido el éxito de estas películas, lo cierto es que se desarrollaron durante aquellos años algunas de las obras cómicas más interesantes del cine, así como un subgénero que pervivió en otros grandes títulos. Obras posteriores como "Cantando bajo la lluvia" (1951), "Me siento rejuvenecer (1952), "Con faldas y a lo loco" (1959), "Su juego favorito" (1963), "Qué me pasa doctor" (1972) o "Primera plana", (1974) retomaron la base de su éxito.
Kepa Sojo
Director de Cine
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