El blanco y el negro
dos eternos rivales
o dos amigos inseparables.
El blanco un momento
el negro la eternidad,
el blanco es el tiempo,
el negro la obscuridad.
El blanco y el negro
van juntos de la mano,
el uno es el otro
y el otro es el uno,
son lo mismo
pero no son hermanos.
El blanco es el rojo
que corre por los arroyos del mundo
arroyos ocultos
que mirarlos, tocarlos sería fatal.
El negro es lo gris
que asusta, que hace llorar,
lo desconocido
que nadie quiere descubrir.
El blanco y el negro
dos eternos rivales
o dos amigos inseparables.
La televisión del vecino
En la televisión del vecino,
pasan cosas horrorosas,
sucesos que aterran,
entristecen y mil cosas.
Yo prefiero mi televisión,
donde el llanto del Pato Donald,
no es más que diversión,
y su acción se perdona.
Cambio y cambio de canales
por si algo no me gusta,
siempre mejoro la imagen
dejando atras lo que me disgusta.
Sin embargo mi vecino,
sigue viendo lo mismo,
teniendo el control en la mano
no cambia por dogmatismo.
En la televisión del vecino
se está mirando él mismo;
sin embargo sigue sentado
en medio de su propio abismo.
Habiendo tantos canales
él sigue en su pesadilla,
¿Y yo, cómo puedo ayudarle,
si él sigue sentado en su silla?
Un bosque es la vida
El día florece y se seca la noche,
retoñan las horas, se vuelven roble,
un bosque verdiseco es la vida,
una selva, una jungla de vida doble.
El roble se seca y cae al suelo,
y casi nunca se olvidan de él,
pasan otros robles como soldados
a veces traen tristezas, a veces consuelo.
El bosque corre sin llevar prisa
pero no se detiene ningún momento,
los robles se agarran de las manos,
soltarse sería un gran lamento.
Los robles se arman con balas de años
ya no quieren ser parte del bosque,
quieren ser el bosque mismo
asesinando a su propio hermano.
Pero el bosque es invulnerable
sus hijos y nietos son parte de él,
ni todos juntos podran derrotarle
pues sus hijos y nietos son él.
Vivo en tu vida
Me he perdido entre tus recuerdos,
entre tu sonrisa, entre tu mirada,
entre tus labios rojos
de mujer enamorada.
Me busco y no me encuentro,
me encuentro al encontrarte,
te encuentro en el viento
cada minuto cada instante.
Vivo en tu vida
y tú no aceptas la mía,
eres la noche y el día
en mi ventana del tiempo.
Lucho por no quererte tanto,
por no quererte como te amo,
le he rogado a todos los santos
y muchas veces hasta les reclamo.
Pero nada me ayuda a olvidarte
ni siquiera por unos minutos,
estás en mi mente constante;
sin mirarte estoy de luto.
Sólo mírame
Sólo mírame y no me hables,
que tu mirada me toque,
me acaricie el cuerpo,
pero sin hablarme.
Que tu mirada me bese
sin que tú muevas los labios,
que nuestras miradas se amen
sin que nadie pueda evitarlo.
Sólo mírame y no me hables.
Quiero sentirte callada,
que tu silencio me envuelva;
que tu mirada me ame,
me bese, me acaricie,
me exite, me adore.
Sólo mírame y no me hables.
Levis Vázquez, nace en Guerrero, México, el 6 de abril de 1975. En 1991 se traslada a Los Estados Unidos, donde publica sus primeros poemas en periódicos y revistas. Hacía 1998 colabora en un periódico local en El rincón bohemio, una sección dedicada a la poesía. En el año 2000 publica su primer libro de poemas "UN BOSQUE ES LA VIDA" y en el mes de diciembre del mismo año, termina su segundo libro "ME ENCUENTRO AL ENCONTRARTE". De el año 2001 es su tercer libro que lleva por nombre "POEMA 2000".