Leer a oscuras borja de miguel Literatura y realidad Recientemente ha sido publicada la pequeña novela de Kressmann Taylor (seudónimo de Katherine Kressmann) “Paradero desconocido”. Escrita y publicada por primera vez en 1938 –en pleno nazismo-, la obra cuenta la historia de un judío y un alemán socios en el negocio de una galería de arte en EE.UU. Tras el regreso de Martin, el socio alemán, a Alemania, una curiosa correspondencia va poniendo de manifiesto aspectos de la realidad política que se vivía allí en aquellos años. Una pequeña trama de fondo sin peso sirve para exponer las realidades cotidianas y los primeros horrores de un nazismo que ya comenzaba a desarrollarse. En esta situación Martin representa una parte de la sociedad civil alemana, la pasividad e irreflexión de los ciudadanos que consintieron los horrores del nazismo hasta que los sufrieron en carnes propias. La crítica de Kressmann se extiende tanto a ellos como, obviamente, al mismo movimiento nazi que por aquellos años se extendía imparable. El libro se lee rápida y fácilmente, entretiene pero no llega a entusiasmar, quizá porque fue escrito antes del comienzo de la Guerra y no refleja una parte esencial de la Historia, quizá porque por momentos se echa en falta más fuerza en la trama y un tratamiento más profundo de los personajes. Cuando en 1938 apareció “Paradero desconocido” en la revista Story, la acogida y el interés suscitados fueron importantes; posteriormente se realizó la edición en forma de libro. La mano de Katherine, que había empezado a escribir motivada por una realidad que intuía desde la distancia (lo escribe en EE.UU. a raíz de las reacciones que observa en la gente que regresa de Alemania) crea una literatura que quiere calar en el lector. Lejos de implantarse en el algodonoso mundo de la pura estética, su libro baja a la tierra y se funde con esa realidad que ella intuye amenazadora, lucha contra los horrores del nazismo, los ataca porque le atacan. Y más que su valor literario, lo que considero interesante en esta obra es su origen: una obra escrita por necesidad, una reacción ante una realidad que duele cuando aún lo peor está por llegar, un arte que no renuncia a la estética pero que lo que primeramente quiere es causar una reacción en el lector. Y es que en el fondo, literatura y realidad son aguas que provienen de una misma fuente y que se mezclan influyéndose la una a la otra. En la propia novela “Paradero desconocido” las cartas que Max (el socio judío) envía a Martin terminan influyendo en la vida de éste de una forma drástica. A pesar de lo explicado, este libro muestra una parte reducida de lo que el nazismo era y llegó a ser. De aquellos años nos llegan las imágenes de los campos de concentración y los bombardeos pero, en realidad, detrás hubo una inmensa cantidad de circunstancias y sujetos activos que es necesario conocer para llegar a comprender lo que el nazismo supuso no sólo a nivel político sino social y personal. Brillantes ensayos sobre el tema nos permiten conocer los distintos puntos de vista, el papel de los dirigentes judíos, el del resto de las naciones… Inevitablemente surge el tema de la responsabilidad y la culpa moral y penal, individual y colectiva. Entrar a fondo en estos asuntos y entender el pasado nos permite ver mejor el presente y sus situaciones actuales. Y es que, como ya apuntaba el título, esta reseña más que ser de una novela lo es de una realidad.