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juan carlos prieto
El desarrollo sostenible a través del Patrimonio
En España la idea de intervención en el Patrimonio como necesidad de recuperación de una herencia secular comienza a desarrollarse a finales del siglo XIX de forma puntual y no es hasta entrado el siglo XX cuando empieza a tomarse en serio la puesta en marcha de programas de recuperación de grandes monumentos.
Los inicios fueron complicados, llegaron demasiado tarde y se desarrollaron de forma lenta. Durante años la intervención en el Patrimonio se desarrolló a través de proyectos que hacían protagonista la idea del ensalzamiento nacional, evocando incluso épocas doradas como la reconquista de España a través de la recuperación de emblemáticos edificios musulmanes como imagen de triunfo del catolicismo sobre los infieles, en Cataluña es quizás donde se desarrollan programas de forma mas seria, aunque la idea nacionalista queda perfectamente reflejada en algunas obras de restauración.
El aperturismo en España trae consigo innumerables ventajas en todas las áreas de desarrollo, pero no es precisamente en el Patrimonio donde se encuentran los mejores resultados de actuación. La época dorada del desarrollismo en España es quizás una de las peores fases en cuanto al deterioro y falta de interés por los monumentos debido al desmedido afán de crecimiento. Se desarrollan los centro urbanos sin importar en absoluto los edificios monumentales y mucho menos los edificios históricos.
La fase de la transición democrática sí que produce un cambio en el punto de vista sobre el Patrimonio, empiezan a desarrollarse programas de ordenación urbana, planes urbanísticos, algunas ideas sobre desarrollo territorial, etc,. y es el momento de empezar a preocuparse realmente en el patrimonio. Las universidades se plantean la cuestión de forma más o menos seria, comienzan los programas de catalogación y estudio, se llevan a cabo programas internacionales de intercambio donde se aprenden mecanismos de intervención completamente desconocidos hasta entonces, etc,.
Pero la idea del Patrimonio como proceso para el Desarrollo Sostenible no se toma en consideración hasta mediados de los años 80 cuando a través de la búsqueda de soluciones al imparable proceso de desempleo que en España se imponía, fundamentalmente de desempleo juvenil, se consigue dar con una solución que a la vez contrarrestar de forma importante el paro juvenil utiliza el Patrimonio como medio de desarrollo de un sistema que se implantó en España con mucha solidez, el Programa de Escuelas Taller y Casas de Oficio, programa que llegó a implantarse en Iberoamérica y que se constituía como un programa de formación para jóvenes dirigido a conservación y restauración de edificios históricos de su entorno próximo a través del aprendizaje de antiguos oficios artesanales y de construcción como la cantería, carpintería de armar, forja, vidrieras, etc.
El desarrollo de las Comunidades Autónomas hace que las competencias en materia de Patrimonio sea una de las áreas que primeramente se descentralicen y de esta forma los criterios de intervención se disgregan mucho antes de que los modelos en España estuvieran perfectamente consolidados.
La incorporación de España a la UE hace posible el acceso a fondos comunitarios que son gestionados por las distintas administraciones, y a través de programas dedicados al desarrollo regional y comarcal con voluntad de gestión propia a través de agencias de desarrollo local donde en más ocasiones se ha planteado el modelo donde el Patrimonio puede convertirse en un auténtico recurso que haga posible la sostenibilidad de algunas áreas en cuestiones de desarrollo.
El esquema de un modelo para promover el Desarrollo Sostenible a través del Patrimonio debería, para contar con todas las garantías, contenerse en tres objetivos bien diferenciados:
· Estudio y difusión del Patrimonio. Se hace necesario estudiarlo y conocerlo con profundidad, saber exactamente con qué Patrimonio se cuenta en una determinada zona de actuación, documentación exhaustiva, estado de conservación, propiedad, etc., Pero además es necesario trasmitirlo, contarlo, socializarlo, en definitiva publicarlo y hacer partícipe a la sociedad de la herencia histórica que hemos recibido, concienciando de la importancia que tiene la presencia de restos históricos desarrollando la conciencia social histórica.
· Conservación y restauración del Patrimonio. Es un objetivo que requiere un alto grado de compromiso. No es suficiente con dominar y saber con qué Patrimonio se trabaja, hay que mantenerlo en el mejor estado de conservación posible, debemos concienciarnos que este es nuestro deber y obligación, y para ello se debe conseguir un grado de especialización acorde al edifico, monumento, resto arqueológico, obra de arte, etc., que sea preciso, y presentarlo de forma adecuada, haciendo el acceso a todos los ciudadanos.
· Explotación del Patrimonio. Obteniendo los recursos necesarios que hagan real la sostenibilidad del proceso, posibilitando que cada uno de los objetivos anteriores siga desarrollándose de forma rentable. En este apartado el turismo cultural adquiere una importante relevancia, observándose en la actualidad buenos ejemplos donde la alternativa al turismo tradicional hace que comarcas deprimidas encuentren una vía de desarrollo económico con enorme potencial.
En la actualidad en España se producen demasiadas contradicciones a la hora de desarrollar este modelo. El estado y las administraciones creen en el Desarrollo Sostenible a través del Patrimonio, pero no en los procesos para ponerlo en marcha, no renuncian aún a la utilización política del Patrimonio protagonizando y rentabilizando su imagen como en épocas pasadas aquí relatadas. Se hace palpable el intervencionismo de las administraciones en estas materias, el medio de desarrollo se ha convertido en un elemento demasiado valioso (hasta hace pocos años nadie le daba ningún valor) como para dejarlo en manos de la sociedad para que lo rentabilice. Por otra parte, la iglesia propietaria mayoritaria del Patrimonio histórico artístico en España, ante la pérdida por parte de la sociedad de los valores religiosos se aferra a los bienes materiales como medio de resurgir en su protagonismo, impidiendo en muchas ocasiones que la sociedad, auténtica propietaria, sea la beneficiaria de estos bienes y de la posibilidad de su rentabilización.
Las dos políticas más significativas de cara a la identificación de la evolución hacia un desarrollo sostenible son las correspondientes al Medio Ambiente y la Ordenación del Territorio. España ha tenido un lento avance en la configuración y la implantación de estas políticas, con una característica añadida: el alto grado de dependencia y subordinación a la formulación europea de estrategias en Medio Ambiente y Patrimonio que en muchos casos buscan soluciones a los problemas de Europa del Norte, ajenos, en buena medida, a la situación española.
En definitiva estamos ante un importante reto que debe estudiarse a través de la imbricación entre la importancia que supone el estudio y la conservación de nuestro Patrimonio y el convencimiento de que estos procesos deben derivar con total protagonismo hacia la búsqueda de soluciones integradoras para el Desarrollo Sostenible de una sociedad que necesita vías alternativas de progreso.
Juan Carlos Prieto
Arquitecto
Director de la Fundación Sta.María la Real
Centro de Estudios del Románico
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