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juan carlos prieto
Programa de intervención en iglesias rupestres
Desde que hace no más de cuarenta años las ermitas e iglesias rupestres del alto Ebro empezaran a estudiarse por parte de importantes investigadores como Francisco Iñíguez Almech, que dio a conocer por primera vez las iglesias de Cadalso y Santa María de Valverde convirtiéndolas en focos de una información inherente a nuestra realidad histórica, hasta J. González Echegaray, M- Carrión Irún, A. Pérez de Regules, M. Angel García Guinea, y otros muchos, que iniciando un sistema en cuanto a métodos y técnicas de puesta en valor, abordando de forma simple, acientífica y -paradójicamente- al margen de unos estudios arqueológicos serios, han resultado hasta el momento insuficientes. La actualidad requiere, sin demora, una revisión de las investigaciones y actuaciones llevadas a cabo y de los planteamientos que hasta ahora se han desarrollado en edificios como la iglesia de Santa María de Valverde, Arroyuelos o Cadalso.
Damos por supuesto que partiendo de una investigación coherente, Difusión y Conservación suponen un binomio de entidad única, la cuestión básica plantea cómo conservar y restaurar en caso necesario un edificio rupestre sin introducir elementos que encubran ni distorsionen la información atendiendo a tres condiciones iniciales:
·Explicación derivada de- y coherente con- la investigación histórica.
·Explicación de cual es la base científica común a investigación, difusión y conservación.
·Respuestas concretas en cuanto a métodos y técnicas.
En un edificio rupestre estamos no sólo ante una realidad de una cultura rescatada del tiempo, sino ante la interpretación que los estudios históricos y arqueológicos efectúen de los edificios y sus restos materiales recuperados. Pero además no estamos ante un elemento único, sino ante un gran conjunto de elementos que se desarrollan desde el Alto Ebro hasta La Rioja y Navarra, en tierras castellanas desde Palencia, el valle del Duero y León, y no faltan ejemplos en Cataluña, Galicia e incluso Andalucía.
La difusión/conservación de un resto rupestre implica una dimensión informativa de naturaleza científica que es la explicación basada en el postulado de objetividad y la contrastación de hipótesis; contrastación que obedecerá tanto a planteamientos empíricos como a otras hipótesis previamente corroboradas, definiendo el proceso un marco teórico general coherente y compatible.
El siguiente paso debe desarrollarse a través de la elaboración de un informe técnico, o proyecto, que cuente con la participación de diferentes disciplinas que faciliten la comprensión del edificio, haciendo compatible investigaciones poniendo de manifiesto su estructura interna y externa, con los estudios científicos que faciliten la identificación de sus estructuras, y con el auxilio de los estudios ambientales poniendo en relación el entorno de los edificios con sus patologías.
Si bien este método de trabajo es dificilmente aplicable por su elevado coste, cada vez esta más lejos de ser una utopía, imponiéndose con mayor frecuencia en las intervenciones del patrimonio histórico-Artístico de la zona, siendo deseable que en un futuro no muy lejano se aplicase de forma sistemática.
El proyecto va más allá del concepto tradicional de ser el documento de trabajo del restaurador y que contempla básicamente dos apartados bien diferenciados: establecer el estado de conservación y describir el tratamiento propuesto.
Hoy, este documento debe tener unos objetivos bien precisos que están dirigidos fundamentalmente a establecer lo más exhaustivo posible:
·El estado de conservación del edificio o resto.
·Determinación de las causas que las han producido.
·Establecimiento de las investigaciones necesarias para confirmar las hipótesis de trabajo o identificar materiales con vistas a su intervención y/o mantenimiento en el tiempo.
El proyecto debe convertirse, de hecho, en un documento más de cada uno de los restos eremíticos, ya que además de ser fruto de la investigación realizada por un grupo de especialistas, registra también el tipo de tratamientos que se han efectuado, los criterios establecidos y los materiales y produstos empleados. De tal forma que en un futuro se podran conecer con precisión una serie de factores de gran importancia para la evolución del edificio en el tiempo, contribuyendo a configurar un documento más de la historia material futura.
En síntesis en el proyecto debe constar toda la documentación, estudios, análisis y tratamientos realizados sobre el edificio, ya que es un documento de gran importancia a la hora de realizar su seguimiento y de efectuar nuevas intervenciones de conservación o restauración, indicando entre otros factores:
·Comportamiento del edifico una vez terminada la intervención.
·Localización de nuevos deterioros.
·Comportamiento de los materiales y productos empleados.
·Validez de los tratamientos, etc.
Es evidente que el acercamiento de la arquitectura a unas áreas de actuación que hasta hace pocas fechas eran territorio acotado por la arqueología y viceversa, está suponiendo un importante avance en el estudio científico de los restos históricos y sobretodo una importante evolución en cuanto a la conservación de los restos, consiguiendo, a través del proyecto de arquitectura poner de manifiesto aspectos que la histroia ha mantenido ocultos durante siglos.
Juan Carlos Prieto
Arquitecto
Director de la Fundación Sta.María la Real
Centro de Estudios del Románico
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