La poesía si es que existekepa muruaEl poeta no entiende las clasificaciones sobre la poesía y los poetas como no entiende esa necesisdad que tiene el hombre por explicarse continuamente. La libertad no es eso. No entiende de patrias ni de banderas. A veces tiene miedo de olvidar su nombre, la poesía es un lugar donde habita el olvido y el silencio vive a sus anchas. Al poeta no le gustan las definiciones taxativas, las sentencias pretenciosas. No le gustan los discursos sobre lo que hay que hacer, las palabras que nos invitan a ser lo que no queremos ser ni pretendemos aparentar en ningún momento. La libertad es poesía mientras no existe. La poesía es lo que no se dice abiertamente porque no se entiende del todo en ese instante, en ese momento. No es más que eso, un aliento, una atmósfera, palabras que se escriben sin ningún fervor ni fundamento. La poesía no sirve pero es útil. No entiende de religiones ni fronteras. No vive en la idea de algo sino que es la idea de la nada la que sustenta la poesía mientras creemos que existe. El poeta hace tiempo que lo sabe, la poesía como la libertad no es eso, es dolor y es hambre, es un lugar que no se sabe en el mundo, una apariencia frágil que no entiende de razas ni costumbres. Para qué entonces ponerle nombre, encerrarla en un sujeto cualquiera que huye de la misma esencia de la poesía que aparece cuando menos se espera y desaparece cuando más se le necesita. La apariencia es parte de la poesía, pero no es eso. La poesía no entiende de marcas ni sellos de identidad en el hombro del poeta. Ningún poeta busca en sus palabras su sombra, el camino encuentra a un solitario que no entiende de fronteras ni marcas que quiso al rojo vivo el hombre. La identidad no es eso, la poesía no se hizo para ubicar al poeta en la tierra con las palabras reconocibles del enojo. La libertad vive cerca de la poesía cuando uno menos se lo espera. |