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Leer a oscuras
josé lezama
"El Flamboyán, la Esclava y el Mambí" de Luis Arturo Hernández
El Premio de Narración breve Felipe Trigo de 1999 recayó en Luis Arturo Hernández por su relato EL FLAMBOYÁN, LA ESCLAVA Y EL MAMBÍ. Un jurado presidido por Antonio Gala destacó esta narración por su originalidad a la hora de descubrir varios mundos superpuestos en una escritura barroca que recuerda con Lezama a la cabeza la gran literatura cubana. La historia de este relato de título tan enigmático como sugerente es original en su trama y concepción narrativa. Un vasco, Koldo Turitours, viaja a Cuba buscando el libro de un antepasado, un tal Ignacio Salvatierra que noveló la guerra de Cuba con El Mambí, una historia escrita a comienzos de siglo en el País Vasco y publicada en la isla, un lugar que el autor jamás conoció ni pisó en vida.
El biznieto es un escritor que con el pseudónimo de Malcolm Carpentier escribe una novela con el título de la Consagración del Volcán, un encabezamiento que une a Carpentier con suConsagración de la Primavera y a Malcom Lowry con su Bajo el Volcán bajo el brazo. Si la lucha de los mambises nos remite a los revolucionarios cubanos que pelearon contra España en la guerra de La independencia de 1895-1898, recursos formales de Carpentier con su épica a la libertad y la presencia del etílico Cónsul del Volcán en las páginas del libro, apuntalan la aparición de elementos desconcertantes como un homenaje a la literatura sin fronteras.
Con una oralidad pasmosa, la exuberancia del lenguaje permite al narrador sentirse a sus anchas con numerosos flashbacks que se adentran tanto en la narración contada por Ignacio Salvatierra como la que su biznieto pone en boca de otros personajes de las brigadas internacionales en España o de aquellas sirvientas que pretendía el dictador Batista, porque en el fondo, éste es un relato que bucea en varias generaciones de caciques y sumisos, españoles, vascos o cubanos, donde nada es lo que parece a primera vista. Ni Koldo Turitours es un despistado gallego que viaja a Cuba a saborear los frutos del Caribe, ni la esclava es finalmente una mulata sino una joya de oro que pasa de mano en mano. El Mambí además es una novela escrita por un autor que imaginó Cuba con maestría por lo que parece, tal como lo hace nuestro autor real, el vitoriano Luis Arturo Hernández, quien entre juegos y guiños a la literatura descubre con sus sucesivos relatos una isla enorme que no sabemos si la ha pisado como tantos otros antes, algún día de su vida.
El libro muestra a un autor de calidad, con voz propia, culto y fresco a la vez, con una escritura que vive con pasión, pero como nada es lo que parece en esta su primera novela publicada, no sabemos si su autor es un poeta cubano despistado en Vitoria o un escritor vasco que ha vivido en el Caribe. Bajo un disfraz u otro la literatura construye una peculiar obra con palabras cargadas de simbología y mucho teatro y se nos ofrece ante una realidad que mezcla un divertimento literario con un estilo depurado que podría titularse El flan Royal, la escoba y el mandril, como nos lo asegura el mediocre escritor hispano que toma la voz cuando lo necesita a su antojo. Y si no se creen nada de lo que les digo, fíjense en los títulos de los capítulos: Curro está en el Caribe, Santiago encierra España, Ojalá que llueva Bisté en el Campo, etc. Todo un juego de intenciones que Luis Arturo Hernández despliega con naturalidad en una de las voces más originales que he conocido por estos lares en mucho tiempo. |