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CINE
Sueños en la caverna
alex oviedo
"Desmontando a Tolkien"
No recuerdo quién me hizo ver la grandeza de aquéllos que desde su diminuta existencia son capaces de enfrentarse sin temor al Señor Oscuro, ni cómo cayó en mis manos "El hobbit", las aventuras de Bilbo Bolsón, el mago Gandalf y todo un grupo de enanos en su lucha contra su dragón particular. Sólo sé que me sentí fascinado y eso hizo que rápidamente llegara a mis manos su continuación, una vasta obra de tres tomos ("La comunidad del anillo", "Las dos torres" y "El regreso del rey") reunida bajo el título de "El señor de los anillos". El libro me duró un verano, tiempo disfrutar de la lectura como no recuerdo haberlo hecho muchas veces. ¿Tolkien? ¿Quién era J.R.R. Tolkien? No lo sabía, pero en seguida llené la biblioteca con otros de sus obras menores: "Egidio el granjero de Ham", "Hoja de Niggle", "El herrero de Wotton Mayor", "Cartas a Papá Noel"...
"El Señor de los Anillos" quizás sea uno de los libros más populares de la literatura y sin duda el que hizo famoso a su autor: John Ronald Reuel Tolkien. Escrito allá por el año 1956, narraba el viaje de un grupo de hobbits capitaneados por Frodo para destruir el anillo mágico que otorgaba poderes oscuros al Señor del Mal. Un periplo en el que se veían inmersos en incontables aventuras y que nos mostraba el fantástico mundo de la atemporal Tierra Media.
La novela, pionera en su género, provocó que surgieran a partir de su publicación toda una serie de obras que bebían de las fuentes ideadas por Tolkien. Pero "El Señor de los anillos" era algo más que una simple historia de aventuras "medievales": era todo un estudio antropológico sobre las razas, las costumbres, las lenguas, los modos de comportarse en período de paz y de guerra, un universo mitológico compuesto por seres con su propia idiosincrasia o idioma, que rivalizaban entre ellos para alcanzar el poder o el amor. Una Biblia fantástica sobre los moradores de un lugar denominado Tierra Media en la que Tolkien llevaba años trabajando, dando forma a leyendas y mitos que compondrían más tarde su novela póstuma: "El Silmarillion".
En 1978, el realizador Ralph Bakshi llevó al cine una versión de "El Señor de los Anillos" que no acabó de satisfacer ni a crítica ni a público. Dos eran sus inconvenientes: su larga duración y que se trataba de un film de dibujos animados, formato asociado tradicionalmente a los niños (calificativo que el propio Tolkien quería evitar para su obra).
La nueva versión que llega a las pantallas soluciona ambos inconvenientes. Dada la amplitud de la novela, y ya que "El Señor de los anillos" estaba pensada como trilogía, su paso al cine se hace en tres largometrajes a estrenar en tres años consecutivos. Los dibujos animados se sustituyen por personajes en carne y hueso y las mejores técnicas de animación digital. Para ello no se han escatimado en gastos: 40.000 milones de pesetas de presupuesto, actores de la talla de Ian McKellan, Liv Tyler, Cate Blanchet, Iam Holm, Christopher Lee, Elijah Wood, Viggo Mortesen..., y los efectos especiales más novedosos para hacer realidad lo imaginado por el escritor británico hace más de cincuenta años.
El director neozelandés Peter Jackson es el encargado de plasmar en imágenes lo que para muchos es ya uno de los eventos cinematográficos de la década, tan importante como el estreno de "La amenaza fantasma" lo fue en su día, y que promete convertirse en otra saga similar a "La Guerra de las Galaxias".
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