La lengua blanca
envuelve los sonidos
de tus palabras. La fuente seca
las arrugas que callan
entre los charcos.
Dientes helados
asoman puntiagudos
desde el tejado.
Las cebras blandas
que están sobre el asfalto
siguen dormidas.
El río gélido
que usas como trineo
no es solo tuyo.
Casas frígidas
las que se tambalean
en las nevadas.
El Yeti mira:
con su gorro y bufanda
echa a las fieras.