Mi diario de la tarde
Hoy he escrito en mi diario de la tarde
los momentos pasados de alegría y de dolor,
las promesas de tantos versos que quedaron enredados
en la maraña del olvido.
He escrito la cascada de deseos y quimeras,
de voces y de palabras, de sueños, de ilusiones y sutilezas sin nombre.
Hoy he escrito en mi diario de la tarde el nombre
de aquellas canciones ensayadas, de aquellos disfraces inciertos.
El sabor de mil recuerdos, las letras de algunos nombres,
la sal de mis lágrimas tristes, la llama de mil sonrisas,
el poder de mis pasiones, el brillo de unas pocas miradas.
Hoy he escrito en mi diario de la tarde
tantos delirios escondidos y mis momentos de amor casi olvidados.
Y mis amaneceres deshojados por el tiempo y mil huellas del pasado.
Y tantos poemas que nunca se escribieron.
Hoy he escrito en mi diario de la tarde porque quiero abandonar en el desván
del pasado las ilusiones perdidas, los espejos de otro tiempo.
Y quiero mirar el horizonte nuevo con mi nuevo diario de la tarde.
Y llenarlo con versos nuevos, con el nuevo color de mis pupilas,
con las nuevas miradas inocentes, y ese nuevo y hermoso brillo en mi retina,
y esas nuevas aves blancas en mi pecho.