Es muy difícil resumir el aliento. El aire que entra en mi cabeza desde que tengo pensamiento. Ese torrente de ideas que ha dejado a su paso la huella de un cauce. El sueño de un río. Un paisaje interior que para ser visto, entrevisto, vislumbrado, aunque sólo sea intuido como una presencia, necesita palabras. Y el modo que tienen las palabras de ordenarse para ser eficaces, dado que el interior es algo sólo expresado, sin ubicación exacta, dependiente de la razón pero no su esclavo, es la poesía. La poesía ilumina el pensamiento, lo despierta, lo excita, siembra en él preguntas, dudas, y hace crecer nuevo pensamiento. Sólo el amor tiene un poder equivalente. Sólo ambos comparten el misterio, desafían el tiempo, logran detenerlo. Pero el precio a pagar es la fragilidad. Por eso Frontera de carne es como un junco de cristal al viento. Sus poemas son las esquirlas del esfuerzo. Y las fotos de Paula Arranz, gracias, amor, un esclarecimiento.
Llorar al mar
devolverle la sal
de mi impaciencia.
Marcar los días con tinta roja.
Amanecer al hambre.
Escarnecer los segundos.
Trazar con lápiz de plata
el curso de las horas.
Esperar ladrando junto a los perros
las últimas preguntas de la noche.
Ofrecemos rituales
al descreimiento
festejamos la ausencia
la cara oculta
selenitas de la sombra
imposibles
como ángeles cebra.
Te duermes
bajo mi cintura
abatida
como costa de carne
acantilada. Y la mañana
me sorprende
sonriéndole
al techo.
Una sed que no cabe
en la botella.
El verbo inmediato
sobre el presente.
La calma ante el vacío
y el salto.
Luego, la espera.
Y todas esas pérdidas de tiempo
que enturbian tanto,
esos desafíos de pereza,
los excesivos titubeos de
la infancia tardía
de la renuncia,
los instantes antes
del salto, la pena
que siento al abrir
mi boca al miedo.
Ese hambre de grito.
Todo queda ya demasiado lejos
para mí, ando falto
de nitidez, con la boca
chorreando niebla.
Francisco Taboada (Bilbao 1957) Pedagogo. Ha sido profesor de Didáctica del Pensamiento en la Universidad del País Vasco. Es autor de los libros de poemas Garbanzos (1979) y Palabras dactilares (Cantárida Poesía, 2011), de la novela de relatos La cosecha (Arte Activo Ediciones, 2012) y de la obra de teatro El Maestro (Editorial Anagnórisis, 2012). Colabora en las revistas Cantárida y Espacio Luke.
Blog Palabras dactilares
Fotos: Paula Arranz