Ganó Magical Girl –bendición de la prensa especializada incluida–. Carlos Vermut se hizo con el premio al mejor director. Javier Gutierrez, grande, se alzaba con la Concha de Plata al mejor actor, mientras que Paprika Steen hacía lo propio ...
Palmarés –de puntillas–. Ganó Magical Girl –bendición de la prensa especializada incluida–. Carlos Vermut se hizo con el premio al mejor director. Javier Gutierrez, grande, se alzaba con la Concha de Plata al mejor actor, mientras que Paprika Steen hacía lo propio como mejor actriz.
Cineflexiones varias
La isla mínima. La cinta de Alberto Rodríguez habría suscitado el aplauso unánime de los espectadores –incluyendo aquí al público que pasa por taquilla–. En román paladino, no ganó la favorita favorita, la “favorita normal” –nunca lo hace–, ganó una de ellas, la favorita rara, la que contaba con ese “toque” que todo Jurado que se precie necesita y desea para distanciarse.
Loreak. Decepción entre el público local –y no tan local– por la ausencia en el palmarés de la película del tándem Garaño y Goenaga. Un largometraje con aroma de buen poema que se fue de vacío. Al menos les queda la satisfacción del éxito entre público y crítica, la efeméride de convertirse en la primera película rodada íntegramente en euskera que compite en la sección oficial y, sobre todo, la previsible buena respuesta que el largometraje va a tener en las salas comerciales. Amen.
Bien Rebordinos. El Zinemaldi vive días de vino y rosas desde que tomara sus riendas José Luis Rebordinos, ese tipo bajito con gafas capaz de arrastrar con su verborrea apasionada al tipo más descreído hasta sumergirlo en su propia cinefilia. Un éxito sustentado en una sección oficial potente, como debe ser.
¿Qué haría Rebordinos con el presupuesto de Cannes o Berlín? Ni lo tendrá, ni lo quiere. Ahora, con un kilito más…
Donostiarte. ¿Qué ciudad de 180.000 habitantes concentra en tan poco tiempo tres acontecimientos culturales de la magnitud del Jazzaldi, la Quincena Musical y el Zinemaldi? Nos mueve el arte y no nos duele prenda soltar el parné, pagamos con gusto las emociones. Si acaso pudiéramos descargarnos gratis la fruta o el seguro del coche… El año pasado el público dejó 600.000 euros en las taquillas del Festival.
Fans. Me ha gustado la pasión con que Donosti vive el Festival. Nos vamos soltando la melena junto a la alfombra roja –se cantó el Zorionak zuri a Almodovar, las groupies más atrevidas entregaron a Omar Sy una pancarta llena de piropos con eusko label...–
El dato y la reflexión. La ganadora de la Concha de Oro 2013, Pelo malo, figura por debajo del vigésimo puesto en la lista de recaudación de películas de habla hispana del año. El premio gordo a veces es un cheque sin fondos y el boca a oreja puede ser una jugosísima pedrea.
Sordera selectiva. El año pasado oí por la radio que el Premio Donostia era para... Lo oí pero no lo escuché. Confundí, creí, quise. Volteé y agité las letras y los fonemas para hacer un Hackman donde había un Jackman.
A ginger desire. I want more and more and Moore. For a slow time. Come soon!!