Diez relatos que ofrecen una constante: la inevitabilidad de tratar, de relacionarse con otros seres humanos cuyas motivaciones, cuya manera de ser y de actuar entran en colisión con las nuestras ...
Hay quien augura un resurgimiento de los relatos como género literario, quien los encuentra más acordes a estos tiempos de atención fragmentada e inmediata que la propia novela. En ello pensaba mientras abordaba Too Much Happiness (Demasiada felicidad), la colección de relatos que la ya veteranísima y reputada escritora canadiense Alice Munro publicó hace apenas cuatro años –su última entrega, bajo el título Mi querida vida, data del pasado año.
Diez relatos que ofrecen una constante: la inevitabilidad de tratar, de relacionarse con otros seres humanos cuyas motivaciones, cuya manera de ser y de actuar entran en colisión con las nuestras, personas que irrumpen en las vidas de otras para ponerlas patas arriba o para hacerlas más difíciles e inquietantes de lo que ya son a menudo sin una causa que lo justifique: un marido psicópata, un asesino confeso que se cuela en tu casa o un hijo cuyos parámetros vitales desafían cualquier comprensión por parte de su madre, son solo algunos ejemplos. En este sentido el título del libro solo puede interpretarse como una muestra de ironía.
Munro logra impregnar de una inevitable naturalidad a situaciones extremas, en ocasiones con efectos perturbadores, y las hace asimilables gracias a los rastros de humanidad que dejan sus personajes, incluso en los casos más turbios, que los hace reconocibles y consiguen despertar la empatía del lector. Su perspectiva femenina –casi todas sus protagonistas son mujeres- elude los victimismos y los relatos se leen un poco como novelas en miniatura con sus saltos en el tiempo y sus secuencias entrelazadas que abarcan a menudo largos periodos en la vida de las personas.
Solo el último, el que da título al libro, rompe un poco la tendencia. Es el más largo, su acción no transcurre en el mundo contemporáneo sino a principios del pasado siglo y refleja hechos reales, desde la perspectiva de los sentimientos, de la vida –desdichada- de la primera mujer que obtuvo un reconocimiento en Europa por su trabajo en el campo de las matemáticas.
Una colección de relatos, en definitiva, que ahonda con maestría en la condición humana, que nos transmite la profunda extrañeza, el desasosiego y la frustración que acompaña a la incompatibilidad entre personas, cuando las consecuencias en su trato se revelan incómodas u opuestas a las expectativas creadas convirtiéndose en auténticos retos, a menudo inesperados, cuyo desafío consiste en averiguar si sabremos estar a la altura y en convivir con lo inexplicable de su legado.
Si es verdad eso de que los relatos acabarán por ganar en aceptación en la era de las pantallas sería de justicia que el de Alice Munro se convirtiera pronto en un nombre de uso corriente.