Alma gemela, media naranja... El habla coloquial está trufada de expresiones que intentan aproximarse a lo que los místicos conocían como la comunión de las almas. El escritor finés Jari Ehrnrooth lo ha llamado la segunda persona. De la que habita dentro de nosotros y de la afinidad que misteriosamente se establece con la segunda persona de otro es de lo que trata Más cerca que cerca, una ambiciosa y apasionante novela en la que Ehrnrooth aborda el amor extremo entre dos seres humanos, más allá de las convenciones sociales, los remordimientos y el sexo. Paul e Iman son sus protagonistas, dos corredores aficionados de maratón que emprenden su peculiar maratón existencial con una historia de amor en donde el misticismo se estrella con las convenciones del yo más público, nuestra primera persona. Paul e Iman son dos fundamentalistas del amor, dos samurais que finalmente se encuentran. De los detalles de ese encuentro y de las reflexiones que de ello emanan surge Más cerca que cerca.
¿Qué nos cuenta? Paul e Iman son dos corredores de fondo que se conocen en una pista de atletismo. Desde el primer momento la conexión que surge entre ellos les perturba, va más allá del compañerismo entre deportistas, son dos seres semejantes. El encuentro de dos almas gemelas que para Paul supone un regalo irrechazable y posee reminiscencias filosóficas, para la profunda religiosidad de Iman significa una traición al juramento de matrimonio que realizó en su día. Y mientras, esa segunda persona que habita en lo más profundo de cada uno suspira por elevarse. La novela se estructura en dos partes. Tras un preámbulo del narrador, se da paso al protagonista, Paul, que en una larga carta a Iman, relata la historia vivida y reflexiona sobre la naturaleza del amor más puro.
El Desvelo ha contado para esta edición con dos colaboradores de lujo. La novela ha sido traducida por la cántabra Luisa Gutiérrez Ruiz, a quien conocemos de La verdad (Salamandra, 2012, de Riikka Pulkkinen) o ¡Es niña! (Lengua de Gato, 2011, de Otso Kautto) y quien ostenta el Premio María Martínez Sierra a la Mejor Traducción Teatral de 2011. Por su parte, el ilustrador ha sido el gallego Pablo Gallo, autor de Hiperhíbridos (El Gaviero Ediciones, 2011) y El libro del voyeur (Ediciones del Viento, 2010).