Ariscas, las estrellas buscan al astronauta que pode sus rayos más pesados ...
"Las flores son inmortales. El cielo es denso
Y el futuro sólo una promesa”.
Osip Mandelstam (Tristia y otros poemas)
La soledad hecha asteroide
Cortejo las dudas. Esa señora debe tener un vientre caliente. Tengo un cabello demasiado enamorado. No resisto una noche estrellada. Soy un perseguidor empeñado de lunas menguantes. Un casi hombre lobo de celos perpetuos .Un trozo de soledad hecho asteroide.
Eclipse
Ariscas, las estrellas buscan al astronauta que pode sus rayos más pesados. Ariscas, son capaces de absorber toda la luz de un par de ojos y convertirle a uno en mendigo de las esquinas con un eclipse en la cara.
Odisea
Plegada a la silueta de mi armazón ligero, abandonada en la oleada, quisieras saber por qué a sal traen mis pelos los mares sosos. Y yo, vagabundo de quejas en buques náufragos, quisiera saber cómo huyó Ulises de estas costas de arrecifes senos y vientres playas cuando a ti te da por sacar sirenas.
Nota
Apaga la luz. La pared ya no existe. Cierra las persianas. Qué salte si quiere el sol y se suicide.
La única verdad posible
Desde cuándo no te dedico un poema, mujer. Desde cuándo me olvido. Desde cuándo quiebro las flores de las primaveras que sostienen las chinchetas. No me respondas. Teje un jersey prieto para sostenerme. Qué apenas entresaque la cabeza y las manos. Téjeme si puedes una excusa. No me creas si te digo que perdí el tiempo queriéndote. Que prefería mirarte a los ojos. No me creas si te digo que el mundo… No me creas. Sostengo con alfileres la única verdad posible. Yo no soy un poeta de talento perenne. Tal vez el calendario de mis versos atraviese el otoño. Tal vez el viento marchite las otras razones. Quizás se expanda el invierno o está noche no haya luna. Yo te quiero como hombre que a ratos no es poeta. Como aquel que también tiene olvidos. Con el amor que pervive en todas las estaciones.
Y el eclipse anochece femenino
Acontece de oídas en los sueños, pero acontece. La guadaña de la vida está afilada. Al menor descuido, zas! Lloverá en la rotura de las nubes.
Hablar
Hablar de todo lo que es, y parece, y se mueve, y existe, y tiene y da, y pone y quita. Hablar de todo lo que se respira, ahora y luego, y antes. Hablar y hablar. Y hablar. Hasta que nos demos cuenta que en hacer estos ruidos está la mitad de la victoria.
Con crisol
Hoy he salido de casa alegre, con crisol y risa sin espanto. Venía derecho de un estado de esos, sin sustancia, en el que uno vive: Un lunes de domingo. Un pago atrasado de tantos domingos martes.
