Pongo palabras y después las miro: son las frases de mi tedio.
Llegar a Dios por el silencio y dejarse correr como el agua derramada.
Antes de caminar, la soledad encendida: el fuego de la palabra quemando el cuerpo anhelante.
De la experiencia de Dios se sale hambriento de herida.
Poeta y creyente son fieles a la palabra: son amantes del verbo antes que nada.
Los hombres a sus cosas en la acera. Y los niños corriendo, como siempre.
Imposible negar la fuerza de la Historia. Es un viento que nos sopla sin sentido.
Pongo palabras y después las miro: son las frases de mi tedio.
Mira los árboles y recuerda aquel paisaje que describiste.
Dios te sigue contando en sus planes. Escribe un rato y después almuerza.
Dejadlo pasear abrigado y a paso ligero: ahora mismo está escribiendo.