¿Un detalle concreto? Sin duda, esa fusión de fondo y forma que se produce en los últimos poemas, cuando el fuego real o simbólico del amor, cuando la llama de la pasión abrasa el bosque ...
O las estaciones es la última entrega de Antonio Tello. El argentino todoterreno (novela, relato, ensayo, poesía o biografía) que se afincó hace más de treinta años en Barcelona ha dado a los lectores un poemario que, a pesar de su brevedad, abarca nueve años de escritura.
Si digo que sus protagonistas son un fauno y una ninfa, quizá alguno piense en mitologías renacentistas y pare de leer. Se equivocará. Si digo que su ambientación es el bosque, tal vez alguien se remonte a las bacantes. Y no andará desacertado. Si digo que su tema es el amor, tal vez alguien cierre el círculo y llegue a una conclusión inusitada: un libro innovador, arriesgado, fuera del tiempo, las modas y las corrientes, clásico y radical, que nos pone ante un escritor maduro que, literalmente, escribe con calidad exquisita y, sobre todo, como le apetece.
¿Un detalle concreto? Sin duda, esa fusión de fondo y forma que se produce en los últimos poemas, cuando el fuego real o simbólico del amor, cuando la llama de la pasión abrasa el bosque y los poemas van perdiendo grosor y extensión, se hacen más leves, ligeros como pavesas, mientras se abren los espacios en blanco.
Quede dicho. Antonio Tello ha hecho mucho más que publicar un poemario. O las estaciones (Inverso) es un libro indispensable para el coleccionista de poesía, para el lector exquisito, para el apasionado de la palabra que busque una voz, una temática y un tratamiento distintos de los convencionales. Acierta Carlos Morales en su introducción: Tello escribe desde el símbolo y desde la tradición, pero no desde la melopea surrealista ni, por supuesto, desde el degradado figurativismo. Repito: indispensable.
