La lámpara de aceite, el reloj de arena, las lentes de colores y el diapasón: el artesano sistemático nutriendo al artista silencioso.
Los libros que ni he escrito ni leerán: eso que se pierde la Humanidad.
¿De qué color son mis pensamientos, cómo suenan, qué palabras encierra en verdad mi mente?
Imaginar las palabras que pronunciará el ser humano dentro, por ejemplo, de veinte siglos. ¿Cómo será por entonces la sintaxis?
La lámpara de aceite, el reloj de arena, las lentes de colores y el diapasón: el artesano sistemático nutriendo al artista silencioso.
La gloria como consuelo final de todo, hasta del amor: el poeta muerto resucitando en el corazón de la muchacha boquiabierta.
¿Te quedas callado para escuchar mejor la lluvia golpeando contra el cristal? Entonces eres de los míos: puro sonido envuelto en silencio.
Conocí hombres buenos acribillados por la masa.
Los profesionales de la economía: una estirpe infalible que siempre dice que ayer se confundió.
Si era una sociedad tan perfecta y tan segura, ¿por qué vivía encadenada al vaticinio? El eterno dilema entre prudente ahorro y codiciosa inversión.
Metafísica antes que lírica: el epíteto renacentista como símbolo de la armonía imperturbable.