Pasión: la lujuria.
Centro: instintivo.
Fijación: venganza.
Visión de sí mismo: «Yo puedo».
Estructura de temor (lo que evita): debilidad.
Estructura de deseo: sentirse fuerte y salvador.
Trampa o justificación: justicia.
Calificativos: El Protector. El Desafiador. El Mandón. El Líder. El Proveedor. La Roca. El Empresario. El Inconformista.
Hábito: posee una presencia física imponente. Mirada dura y penetrante. Impetuoso, dominante. Voz firme y que sabe modular para conseguir el máximo efecto.
Notable fuerza física. Emplea un rotundo lenguaje no verbal.
Famosos: Frank Sinatra. Telly Savalas. José Alfredo Jiménez. Gerónimo. Diego Rivera. Johnny Cash. Muhammed Alí. Indira Gandhi.
Eneatipo 8
Pintura: Ana Roldán
Jorge María Martínez García nació el 1 de mayo de 1955, en Avilés. Compositor y excelente guitarrista, lideró la banda Ilegales hasta su reconversión definitiva en Jorge Ilegal y los Magníficos (2011), dejando de lado el rock eléctrico y salvaje y recuperando otros estilos como el bolero, el cha-cha-cha, etc.
En 1977 forma el trío Madson junto a su hermano Juan Carlos y David Alonso, cambiando su nombre por Los Metálicos. Íñigo Ayestarán sustituye a Juan Carlos al bajo y pasan a llamarse Ilegales, ganando el concurso rock Villa de Oviedo en 1981. En 1982 graban «Ilegales», su primer disco de estudio, al que le sigue «Agotados de Esperar el Fin» (1984) con Willy Vijande al bajo, logrando un gran éxito. En 1985 realizan una gira por Ecuador con el álbum «Todos Están Muertos», grabando un doble CD en directo. Con Alfonso Lantero a la batería, el saxofonista Juan Flores y Antolín de la Fuente a los teclados graban «Chicos Pálidos para la Máquina» (1988), consolidándose nacional e internacionalmente. Tras diversos cambios en su formación graban «A la luz o a la Sombra Todo está Permitido» (1990), «Regreso al Sexo Químicamente Puro» (1992), «El corazón es un Animal Extraño» (1995), «El Apóstol de la Lujuria» (1998), el directo «El día que Cumplimos 20 años» y «Si la Muerte me Mira de Frente me Pongo de lao» (2003).
Famoso por su lengua viperina, reniega de las discográficas afirmando que Ilegales fue una pequeña célula anarquista que sobrevivió veinticinco años sin el apoyo de los medios, considerado en América como el mejor grupo de habla española hasta la fecha: «Yo tengo la esperanza de que salga gente que haga cosas mejores, porque oír cosas buenas es un placer, pero, de momento y por desgracia, esto es lo mejor que se ha hecho».
En diciembre de 2009 recibe un disco de diamante por su trayectoria, que únicamente aceptó de las manos de El Gran Wyoming. Crítico con los ochenta, afirma que Ilegales no tuvo nada que ver con aquellos grupos que tenían dificultades para cambiar de re a do y enchufaban la guitarra en el secador de su madre. Interesado en el cine, bucea y ultima la escritura de libros, experimentando con otros tipos de música.
«Cuando los discos de Ilegales se venden mucho, digo: ¡joder! Algo tengo que estar haciendo mal. Porque la mayor parte de la gente tiene un gusto bastante malo. Y eso lo demuestran las listas. Si ves las listas, cuanto mejor clasificado está un artista, peor es la calidad de su música».
«Ilegales siempre tuvo un sello propio desde el principio. Estábamos en un subsello y siempre tuvimos total independencia. Estuvimos en Discóbolo en los años 80; vendíamos las canciones directamente a las discográficas sin que pudieran intervenir en nada. Me parece una legítima aspiración de cualquier grupo montar su propia discográfica. Luchando contra la Emi, la Wea... Que el artista se pueda relacionar con su público sin intermediarios».
«Llevo tocando desde finales de los años 60. O sea, yo en los grupos psicodélicos de finales de los 60. Con flequillo, así que... no tengo nada que ver. Me parecían una pandilla de pijos sin ningún respeto. Ahora se sacraliza mucho lo de la "movida". Me parecían una pandilla de mierdecillas. Pero no les di ninguna importancia porque no la tenían. Nosotros estábamos al margen. En el año 82 fuimos el grupo que más tocó en directo. Era como quitar un caramelo a un niño».