EL PARQUE DE LOS SUEÑOS
I
No sé que traerá el mañana...
Fueron las últimas palabras de Pessoa.
Sus ojos de argonauta
vieron lo múltiple del ser.
El declinar de lo viviente
en el desierto,
de los dioses muertos.
Cosmopolitismo
que encanta y desencanta.
La entronizada razón.
Cuando la superficie deja ver el fondo
es preferible el arroyo de la aldea.
Y no recordar
el tiempo
en que celebraban
mis cumpleaños.
Heisemberg
vio en este mundo la grieta de otro paralelo.
¿Y si fuéramos espejo de esa luz?
Este lugar sería un paraje en fuga.
Y el hombre
su morador imposible.
Un desconocido de sí mismo.
Siempre es igual...
De todos modos
nadie se cae del universo
ni escapa de su tiempo.
¿Habrá un eterno Estévez
en cada una de mis pesadillas?
Tabaquerías del alma
Monótono universo
ya sin metafísica.
II
Estoy con Beckett y él señala
un altar en movimiento.
Allí se pierden
los efímeros rasgos.
Por la locura de ver.
De querer creer... entrever...
lejos allí...
allá...
Apenas.
No son mis últimas palabras.
No es la tierra baldía.
Pero hay días que no puedo más.
¿Cómo decirlo sin herir a nadie?
Sin ninguna compasión.
¿Cómo decir?
¿Cómo decir?
III
Mi primo viene en la corriente del agua.
Quiere ver la luna helada en la noche sin tiempo.
Dos niños nadan en lo profundo.
Una nada los crea otra los levanta.
Todo ocurre a un costado del chinchorro.
Que es su tierra firme.
La otra orilla...
Exhala penetrantes aromas de aliso
ese que llamábamos perfume del agua.
Orilla tan lejana...
Uno no sabe nunca si cruza y llega.
No hay retorno
camino a los arenales del Puntazo.
Las aguas llaman.
Atraen desde su imantado abismo.
¿De qué lado está lo profundo?
No pudimos soportar...
La crueldad hiere más que la belleza.
Siempre se espera el fin
de los que nacen con doble luz
en la mirada.
Ese doble ser
que ve caminar juntos
el amor y la muerte.
Ahora estás en paz al lado de tu amante.
A Raúl primo del alma.
IV
Yo no elegí saber
Si el ángel fue de Nínive
antes que de la Biblia o Babilonia.
Lo he visto en sueños.
Sin pensar que en Bizancio
se discutió su sexo.
Tampoco he conocido
un ángel hembra.
¡Ho el sexo de los Ángeles!
Salir del seno materno
es saber que los ángeles son hermafroditas.
Ángel es aquel joven héroe
que completó el círculo de la mujer.
Tal plenitud ya nada tiene que hacer en la tierra.
Necesita alas y su dominio es el cielo
pero los hombres siguen interesándole.
Inconciente divinidad de un ángel.
Ya juegan con el globo de la tierra,
seductora mujer-madre.
Adiós pesada condición del ser.
Amo los ángeles caídos
los malditos
Ser inmortal es una tragedia eterna
duele más que nacer y morir.
Vivir en el tiempo no tiene ninguna equivalencia.
V
Si un dios alado
descendió
y se posó en mi alma
Nunca lo sabré.
Puedo mirar atrás
y ver la vida que me fue prestada.
El tiempo sólo nos deja ver
lo que se lleva para siempre.
La ilusión de que todo es inútil
obliga a intentarlo todo inútilmente.
Mientras parece que el mundo se destruye
y se construye cada día
Ante nuestra mirada.
Me levanto con el alba
para leer lo que escriben los sueños
en los bordes de mi vida.
Ser humano
es ser frágil memoria
que ve morir
las simples conclusiones.
Corazón de lo viviente
tinta del alma.
No me abandones...
Como el pan de cada día
casi avergonzado.
El resto lo doy
ha quien lo necesite.
Siempre hay alguien esperando
igual que yo.
Que suceda lo imposible.
Héctor Berenguer nació en Rosario (Santa Fe), ciudad en la que reside, en 1948. Durante la década del sesenta participó en distintas revistas y publicaciones: Grupo Literario 5 y Runa son los que prefiere recordar. Ha colaborado con periódicos y revistas especializados, de los cuales ha recopilados textos de investigación sobre poesía china con el nombre “Tinta china” y consideraciones sobre la poesía con el nombre de “El poeta sofista”. Muchos de ellos aún permanecen inéditos, como gran parte de su obra poética.
De su producción reciente destacan Café con letras (Editorial Municipal de Rosario), Poetas de Rosario: Desde la otra orilla (Editorial Granada Literaria, Poesía. Ayuntamiento de Granada 2004) Poetas de Santa Fe (Fundación Abrapampa, París. Edición bilingüe, con CD)
Marcas de agua (poesía, La Cachimba editora, Rosario 2001), Entre la nada y el asombro (Press Scrita editora, 2007) y Poemas escogidos (2009).
Como gestor cultural destacan El hermanamiento Poético Granada/Rosario (con el poeta granadino Pedro Enríquez), el ciclo "Poesía en el Círculo" en el Teatro El Círculo de Rosario (desde 1998) y la Semana de las Letras y la Lectura (festival internacional de poesía, http://semanadeletrasylectura.blogspot.com).