Espacio Luke
Luke nº 139 - Mayo 2012. ISSN: 1578-8644
Poemas
Antonio Cantero Suárez
DEL MONTE VERDE
Voy a pintar con mis rimas las cimas del Monte Verde,
les traeré agua bendita hecha por mis dedos fértiles que
las rieguen hasta cuando llueve. Sin necesidad de cruces
ni de cadenas ambiguas, ni de rezos ni de fintas, ni de
volúmenes tenues que resten luz a las letras; mientras
mis Duendes me dictan sus quebradas y laderas...
Mientras mis dedos se empeñen a crear las maravillas
que caigan sobre los afluentes del mayor río de la tierra,
que yo imagine con tinta pensando a sus dos orillas. Que
ornaré con cintas de pieles, con velo azul y delicias, con
flores y hierbas que crezcan sobre sus piedras larguísimas;
y con su pradera infinita, cubierta de un manto verde.
Como en un óleo que afirme lo natural y campestre que
el planeta nos dedica; como en las fotos magníficas de
una madreselva virgen desnuda para quererme. Y el padre
nuestro será el artista que con brochas y pinceles las
descubra florecidas y en tinta abierta a la vida; hecha con
las notas rítmicas, cantadas en las ciudadelas vecinas.
Allí todo será verde, perenne, verde verde, como el clima
de una temporada donde llueve y no se para ni a veces,
como en las primaveras más lindas en que el Olimpo se
embellece con coronas de laureles. Y allí todo será risas
y alegrías bendecidas llenas de amor sin rencillas. Y sus
montañas altísimas, serán de un verde perenne...
Verdes verdes...
Y veremos colgar hiedras llenas insectos que se mecen, y
aves con plumajes celestes y picos que muerden los árboles
y en ellos hacen hoteles. Y manantiales con peces vueltos
desde otros lares, vertidos por allí con baldes que hacen
espuma al tirarse. Y en arco iris de cristales serán invitados
a amar a sus semejantes; como abejas en su enjambre.
Tirados sobre amatistas verdes que en su musgo se harán
fragua. Collares, corazones y dedales, rosas mostaza y joyas
talladas. Y en sus cimas habrá magma para hacerle a todo el
que valla su guarnición de medallas, con iniciales grabadas
sobre una historia en presente. Con dos letras haré tantas
para regalarle a quienes lleguen, diciéndome que se aman.
M.V. tendrán grabadas; como las iniciales del Monte Verde.
Verde verde, como la esperanza rebelde que me ha
inspirado esta historia. Como rosas y pendientes que sobre
sus montañas se vierten como aguas puras regadas por los
dedos de mis Duendes. Que no volverán a dictarlas si esta
estampa no se entiende como quieren. O si mis dedos no le
tejen sus quebradas y laderas con raíces sin perfidia...
Llenas de alegrías bendecidas y de risas de primavera, que
alegren las ciudadelas vecinas y su pradera infinita; y sus
cumbres que se yerguen, sobre sus cimas altísimas. Y bien
sentado allá arriba voy a cantar a la vida hasta que no me
quede tinta para describir sonrisas; y voy a sacar mi varita y
pintar todo de verde, viendo cómo mis versos crecen.
MUJER DELIRIO
Tus ojos negros llenos de antojos me tienen loco,
los miro y siento que estoy viniendo de otro universo;
tus labios rojos son como pétalos grandes y tiernos,
que cuando los beso me dejan ebrio y muero por ti...
Tu rostro bello orna a tu Venus con fino estilo,
la Reina Ecléctica, la Diosa Griega, la Hembra Perfecta,
tu cabellera te da presencia;
y cuando la sueltas...
Pierdo cabeza, gano sentidos y soy feliz...
Mujer delirio...
Me vuelves loco y soy como un niño que juega limpio,
me precipito, te robo besos, te doy cariño;
salto en tu pecho corazón mío,
trueno y te hechizo y vuelvo a tu espejo...
Susurro en versos suave a tu oído...
¡Que te amo tanto y ya no hay remedio!
Mujer delirio; muero por ti...
Mujer delirio,
cielo infinito,
contigo y vino a solas me inspiro y te pinto en versos,
las rosas rojas, las amapolas y los Milsueños...
¡Mujer delirio!
Yo en tu cintura soy aventura y miles de hechos,
tú en una curva te vuelves alas volando al séptimo;
mujer delirio,
que tú le has hecho a estos dedos frenéticos...
¡Qué solos describen tu cuerpo!
Cuéntame y dime como lo has hecho;
que a todas horas te pienso...
Mujer delirio...
Monta en las olas,
silba a la Aurora y márcame el tiempo,
dite que ya es el momento;
y vuelve a mí en un te quiero...
¡Mi prenda hermosa; juguete eterno!
Mujer delirio,
tus ojos negros,
tu labios rojos y tu fino cuerpo;
me tienen loco y sin frenos.
!Porque contigo los pierdo; mujer delirio!
¡Y ya no hay remedio; porque sin ti yo me muero!
Mi nombre es Rafael Antonio Cantero Suárez, alias Tony.
Nacido en la vieja Villa de Trinidad (Cuba) el 26 de junio de 1970, hijo de una maestra y un decorador, la madre razón y el padre lógica. Y para más, hermano de una capricornio del alma que ya me las ha perdonado todas. Por lo que hoy debo más que nunca antes, respeto y valor para presentarme como soy, sin complejos destructivos ni delirios excesivos que me hagan morir de rabia, de envidia o de pesadillas. Y de verdad que lo siento, pero nadie debería dejarse desestabilizar, ni siquiera el más mínimo de los sentidos. Y en esto, si me responden leyendo, pienso que al final estaremos más o menos todos de acuerdo. Y así yo lo estaré conmigo mismo y con ustedes al mismo tiempo, y en casi todos los sentidos.
Actualmente resido en París (Francia) donde por razones varias y obvias me instalé desde mediados de 1999. Y después de haber pasado mis diez u once primeros años en el exterior trabajando para los grandes grupos industriales en el sector de las compras de prestaciones intelectuales y proyectos de ingeniería, un buen día de esos de 2009, del cual ya hoy ni me acuerdo... sin más ni más, la literatura escrita llegó a mi vida y se apoderó de mis noches. Trayéndome una musa empírica, pero eso sí, llena de matices y buenas maneras. Y tan imperfecta como las más bellas inspiradoras de poetas de la historia.