El momento de la verdad nunca llega, el momento
de la verdad nunca se va.
Ir llorando por el camino de la verdad tiene
menos mérito que ir sonriendo.
Un aforismo es lo contrario a un mamotreto.
El pedante, con tal de enseñarnos todo lo que
sabe, es capaz de enseñarnos todo lo que ignora.
La inteligencia, a partir de cierto grado, se
vuelve humorística.
Ocultaba un defecto de su cara con unas faldas
cortísimas.
Los sueños que no son eróticos suelen ser
inconfesables.
El deseo es un pirata.
Haber tenido una infancia feliz es un serio
obstáculo para el resto de la vida. Sólo se
puede ir a peor.
Érase una vez, colorín colorado este cuento se
ha acabado.
Le acusaban de que no se mojaba y estaba con el
agua al cuello.