Espacio Luke

Estaba pensando en llevarte a cenar cuando me pegaron un tiro en plena cara; fue tu marido, tú lo negabas pero creo que no le ha gustado ese cambio en tu comportamiento: Tu peinado ha evolucionado, tu ropa es mucho más ajustada y en la cama, por lo que me cuentas, te has vuelto más exigente y ya no lo haces sólo para reproducirte. Entendí lo de esconderme desnudo en el balcón, pasando frío hasta que él se durmiera, pero que no me deje ni un sólo diente en su sitio, creo que está fuera de lugar. Dicen los doctores que volveré a ser el que era, ellos tienen su opinión y les respeto pero yo no tengo mi lengua. No seré yo quien juzgue la actitud de tu marido pero creo que es un poco violento, me ha borrado la cara y lo peor es que no hay ortopedia, ahora me pregunto cómo ha sido incapaz de premiar al responsable de tus ganas de vivir en estos últimos meses, esa no es la manera de avanzar en vuestro matrimonio. Sabes que esto no va a quedar así, lo mío ya está empezando a curarse pero lo vuestro, con el carácter que tiene tu marido, va a terminar en una comisaria o en un tanatorio y si te sangran las encías, no es porque las tengas débiles, es porque el “creyente” te pega mientras duermes. Si le ves, dile que me ha hecho un gran favor, no me gustaba mi cara después de haber practicado sexo contigo durante horas, o mejor, dame su número de móvil para enviarle nuestras posturas más elegantes.

Un abrazo, no tengo labios para besarte.