Espacio Luke

Aquí llenas las urnas y nutres tu corazón
Paul Celan

Frine

Desabotonando la penumbra con gesto pornográfico, balanceando las cejas en la curvatura del ombligo. Las manos ocupadas en las tapas del piano, buscando el alma metálica del camastro de cuerdas, acusándola de impiedad para que se desnudase ante los jueces. Y ellos, entogados, con la pupila dilatándose en los ojos, gritando machaconamente con el mazo: ¡Orden en la sala! ¡Orden en la sala!

¡No juzgamos a una virgen! El veredicto es inocente.

Plagiando a Faulkner

Hay días que escribo lleno de ruido y de furia, sin decir nada. Hay amigos que me advierten: “Un escritor debe cuidar el estilo”. Y yo cojo y rompo esos papeles hirientes, en los que aparece el verdadero retrato del idiota que habita en el espejo que cuelga sobre mi lavabo.

Una foto

Y aquella sonrisa de Kolimá en la que tiemblan todos los versos... Y es difícil no arder sin maldecir… Y el horror cuaja como la nieve… Y las hojas se llenan de la terrible ceniza del blanco… Y se cierran las puertas que te dejan sin el Séptimo Cielo.

Babel

Las mil lenguas y el arte del silencio derruidas en la misma torre. Dios permitiendo, impávido, la soberbia de los que subidos a la banqueta de los interrogatorios destruyen el paraíso. Noe avergonzado, huyendo con su arca hacia Odessa. El caballo rojo pastando en la llanura. Lloviéndose el diluvió. Y los ahogados suicidándose en las celdas, pendidos patéticamente de la soga antes de que las aguas sobrepasen fatídicamente el nivel de los cuellos.

Esperanza

¿Romperá esta oración nuestro círculo cerrado? ¿Recuperaremos las caricias de los dedos que prendieron las velas del altar? ¿Germinará la tierra que nos llevamos en las rodillas? ¿Cerrarán las puertas de la iglesia por falta de visitantes?