Espacio Luke

Escribir no es una suerte ni una maldición: escribir es un suceso.

Ante un político en pleno discurso me quito las gafas por pura vergüenza.

Dadme tiempo y os daré las claves: no es fácil escribir y fregar los platos.

Poetas encerrados en su emoción –o peor: en su experiencia–: síntomas de una civilización en declive.

Ser el sol por la mañana. El árbol por la tarde. En la noche rezo lento, meditado.

–¿No creéis en los dioses? –preguntó boquiabierto.

Dejad latir al corazón. ¿Lo notáis? Muy bien: ahora podéis escribir.

¿Cuánta gente dormirá en la calle dentro de quince años? ¿Cuántos cristales rotos que jamás pondrán cambiarse?

Perderemos la casa, la ropa, las herramientas, los libros. Vagaremos sin rumbo por un desierto de almas.

La próxima guerra será como un huracán sin viento: sólo sabremos que ya ha sucedido.