El pensamiento perdido
en los ojos del unicornio
reaparece de nuevo en la risa del perro
(Vladimir Holan)
En la isla de Kampa
Con pasos tímidos recorría el Canal del Diablo aquel infeliz que dudaba entre atribuir la paternidad del primer verso al grito o la pantomima, ignorante de que, apenas a tres metros de él, habitaba el espíritu de una visión sin revelación, alguien tan fiel que se había convertido en testigo.
Lecciones
El oído quiere adivinar la altura de la nota lanzada al azar. El ritmo se encabrita como un caballo al que el poeta sujeta de las bridas. El lirismo y la historia cargan sus pistolones de duelo. El honor pasea el féretro del abisinio entre sus víctimas. La amada rompe vasos y platos en la cocina, porque los besos del escritorio no saben igual que los que le regalaste entre las hierbas. Y tú intentas, en vano, explicar que eras mucho más joven, y que a los versos, entonces, no les importaba la verdad ni la opinión de los que los leen.
Arte y Vanguardia
La tierra gravita. Las primeras palabras del sabio son: “Pon la leche en la mesa, pero no cierres ningún libro”. La obra de teatro continúa. Ya no importa si bajan el telón. La semilla ha prendido en el principio y crece contigo, porque es medular como la conciencia
Tesis
También muere un fresno para que nazca el papel blanco que va a enturbiar el poema experimental, ¿también muere el yo? El poeta teoriza en el límite del alma. Le asusta quedarse a solas con la verdad, y que la verdad no exista, y que no tenga coartada para la muerte del árbol.
Lupa y Lance
Un dios estúpido le dijo a aquel día: Amanece. La infamia puso la bala en la nuca de una mujer en la que solamente habitaba la debilidad y el recuerdo del doloroso mordisqueo con el que succionaba de sus pezones un niño al que aguardaban pacientes las aguas del Sena. Gritó “¡Madre, no he resistido tu ausencia!”, justo antes de sumergirse en la urna de arena sobre la que crecen tiernos brotes verdes.