Poemas
Óscar Sánchez Payán
Óscar Santos Payán. Ése es mi nombre completo, aunque a veces no lo reconozco. Nací por casualidad en Salamanca y por casualidad he vivido en varias ciudades. Estoy hecho del mismo material que las estrellas: de materia y energía. He trabajado y trabajo en cosas que no me gustan y en algunos momentos, cuando venzo la vaguería y la timidez, escribo poemas e historias. Algunas se han publicado como Un libro que podría titularse el baile de la berenjena (Editorial Baladí) o Infierno Sostenido (El Gaviero Ediciones). Otras se han representado en algún teatro o sala. A veces, cuando puedo, entrevisto a tipos y tipas raras de la cultura en programas radiofónicos. En fin, aprendiz de todo, maestro de nada.
CHATARRA
Los domingos despertaban
con la voz de un hombre:
¡Chatarrero! ¡Chatarrero!
No sabía entonces
que hablaba de los huesos,
de la piel que se abandona,
no sabía nada
de ese augurio,
grito profético anunciando
que la vida se va
dejando un proyector de dudas
y un vehículo para el desguace.
MI MADRE
No conoce París,
es su asignatura pendiente.
La vieja ciudad visita sus sueños
y mi madre la recorre con su muleta
de norte a sur, de este a oeste.
No se cansa como en Madrid.
Mi madre es el Pompidou,
rodeada de tubos y llena de arte.
LLUVIA
Hay algo en esta lluvia
cuando paseamos
y sonreímos
y los huesos se pudren.
Pasear a cielo herido
y ensuciar nuestros besos.
Hay algo en esta ciudad
cuando respiramos
y mentimos
y las encías escuecen.
No se permite cantar bajo la lluvia,
pero nos dejan al menos pasear
bajo su incoloro silencio de uranio.
HAITÍ
Tiembla la tierra
para que la vergüenza
escupa muertos.