El partido poético del año

Pedro Sevilla

Jorge de Arco, madrileño y arcense, Licenciado en Filología Alemana por la Complutense, es autor de varios libros de poemas –entre ellos La constancia del agua–, y en 2009 fue Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz por La casa que habitaste (Rialp, Colección Adonáis). Ha sido galardonado con premios de relevancia, es un reputado crítico literario y desde hace años dirige, con un pundonor inquebrantable, la revista Poética Piedra del Molino, de Arcos de la Frontera.

Con el balón en juego es un partido de fútbol que en vez de dirimirse en el jubiloso y chillón rectángulo de juego, en la cancha, como dirían nuestros jugadores del otro lado del agua, se disputa en el no menos noble rectángulo de un libro de poemas. La táctica, de la que su autor entrenador es un maestro indiscutible, un “míster” consumado, no es la del fuera de juego o la de entrar por el centro, sino la de hacer paredes con la rima, la de jugar al primer toque con una rima que nunca falla, que siempre acaba sorprendiendo y llegando hasta el mismo borde del área. Aquí, en este libro, los goles consisten no en perforar la red, como gusta de exagerar el cronista deportivo, sino en llevarnos a un final donde nos sorprendemos a nosotros mismos sonriendo, enalteciéndonos, haciéndonos niños, disfrutando de un fútbol rimado y jubiloso.

Ecos del glorioso mundial de Sudáfrica, el sueño del ascenso, la afición cariacontecida, el entrenador cesado, la camiseta ennoblecida de sudor o una leve pero perceptible pullita a un club andaluz, de gran ciudad, con camisola bicolor, corretean por estos ágiles versos donde no falta alguna muestra de haikus y donde, como decimos, la rima, el balón al primer toque, ahí donde un gran jugador y un gran poeta se la juegan, marcan la pauta de un partido vibrante y de gran calidad técnica.

Hablando de agilidad y calidad técnica, las ilustraciones de Fernando Noriega son de Primera División, de la zona alta de la tabla.

Así que todos al fútbol. El partido del año, uno de los mejores partidos del año, se juega esta vez en las librerías, en el pequeño gran rectángulo de un libro, Con el balón en juego de Jorge de Arco, en el que no hay ni vencedores ni vencidos, sino sólo poesía. Sólo.