Estos dos fantásticos grupos, uno de ellos veterano y otro de reciente creación tienen un problema y no precisamente de calidad pero sí de propuesta escénica y sonora.
Los Coronas ya es un grupo histórico y bien curtido que se alimenta casi exclusivamente de la música instrumental, dentro de su estilo vaquero, surf , fronterizo, realizando unos temas precisos y fantásticos, aunque en directo siempre he echado en falta algo de voz , un cantante ocasional, dentro de este estilo tan curioso y original que ellos plantean.
Arizona Baby, es un grupo novedoso de Valladolid, obsesionados por el country y la música de raíces americana, con influencias pantanosas y rudas, acompañándose de percusión y dos guitarras acústicas, además de una excelente voz. En este caso se echa en falta la sección rítmica del bajo y batería y por supuesto la electricidad de las guitarras enchufadas, siendo no obstante una propuesta magnífica y extraordinariamente bien ejecutada.
Para mí sorpresa se presentaba en Vitoria un concierto de ambas bandas el día 29 de octubre de 2010 y curiosamente se señalaba en las noticias previas al evento que no se iba a tratar un concierto de los dos grupos por separado sino que la propuesta era hacer un show conjunto y especial donde unirían fuerzas ambas formaciones. La verdad es que casi nunca funcionan bien las colaboraciones y siempre queda un regusto amargo cuando asistes a algún tipo de conciertos de esta clase pero en este caso nada de lo expuesto se produjo y los asistentes al concierto salimos totalmente satisfechos de lo que nos encontramos ese día.
Los grupos tocaron por separado y de forma conjunta pero todo dentro del mismo show. Asimismo se producían encuentros entre los diferentes músicos, como cuando el bajo de los Coronas tocó con los Arizona o cuando el vocalista de Arizona cantó con el otro grupo.
El sonido fue perfecto para ambas formaciones y la duración del concierto fue próxima a las dos horas, todo ello magnífico.
Durante todo el concierto se proyectaba en una pantalla películas del oeste, de los años setenta, donde veías a pistoleros, vaqueros, indios sioux, diligencias, escenas de salón, go gos, caballos y el gran cañón de fondo. También aparecieron escenas de surf californiano, con olas, tablas y playas, así como alguna escena más hippy y contracultural, lo cual conjuntaba de maravilla dentro de esta propuesta musical.
Los Arizona cantaron bien, tocaron muy bien y se dejaron acompañar por los Coronas en varias versiones, destacando la técnica guitarrística del acústico Señor Marrón, pieza clave del sonido Arizona. Dentro de las canciones que tocaron conjuntamente destacó una versión de Black Sabbath, otra del Neil Young de los sesenta con el grupo Buffalo Srpringfield, la famosa Mister Soul, los Dead Kennedys, la genial versión de The Seeds, Pushin To Hard, realizada por los Coronas, también con voz.
Los Coronas extraordinarios musical y estéticamente, todos ellos uniformados con esas camisas rojas y sombreros vaqueros, inflamando sus temas con esos solos de guitarra y bajo que solo ellos pueden hacer y que resultan difíciles de analizar y explicar sino los oyes. Su música mezcla las guitarras de Chris Isaak con las bandas sonoras de las películas del oeste de Morricone, los Beach Boys más instrumentales, sin olvidar a los Cramps y por supuesto toda la música surf eléctrica de los sesenta, el country y la música orquestal, tampoco podemos olvidarnos de los grupos españoles de los sesenta, tipo Pekenikes o Canarios, clara influencia para este grupo. Este cóctel lo hacen de forma instrumental y suena de maravilla. Tocaron muchos temas del disco “el baile del mal”, temas que se agrandan en sus conciertos en vivo ya que la electricidad y el sonido es mucho más directo y enérgico. No puedo olvidar al trompetista, el cual además de ser excelente en cuanto a calidad musical crea en directo unas atmósferas que te llevan directamente a la frontera y al desierto, no faltaban más que los cactus y el buitre. La actitud fue también muy buena ya que los Coronas presentaron los temas, presentaron a los Arizona y tuvieron una gran comunicación y complicidad con el público, público que aplaudió y disfruto del concierto.
En definitiva un gran concierto donde esta vez sí que la unión sirvió para mejorar, sin duda alguna. Una perfecta asociación que esperemos que continúe en el futuro.
Fotografías: Angel López de Luzuriaga